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El Gobierno convoca al nuncio del Papa para protestar por las críticas a la política de Zapatero

El Ministerio de Exteriores convocó este miércoles a Monseñor Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico del Papa en España, a raíz del discurso pronunciado por Juan Pablo II en el que criticaba las "restricciones de la libertad religiosa" por parte del Ejecutivo. Zapatero ha contestado al Papa que "España vive el mayor momento de libertad religiosa, ideológica y política de su historia". El PSOE considera “justificado” que el Gobierno haya protestado por los “ataques” del Papa. El PP se ha preguntado por qué no se protestó también cuando Mohamed VI llamó franquista a Aznar.

El Ministerio de Exteriores convocó este miércoles a Monseñor Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico del Papa en España, a raíz del discurso pronunciado por Juan Pablo II en el que criticaba las "restricciones de la libertad religiosa" por parte del Ejecutivo. Zapatero ha contestado al Papa que "España vive el mayor momento de libertad religiosa, ideológica y política de su historia". El PSOE considera “justificado” que el Gobierno haya protestado por los “ataques” del Papa. El PP se ha preguntado por qué no se protestó también cuando Mohamed VI llamó franquista a Aznar.
L D (Agencias) El discurso fue pronunciado el pasado 24 de enero, con motivo de la visita 'd limina' del primer grupo de Obispos españoles a Roma. En el curso del encuentro en el Palacio de Santa Cruz, el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Luis Calvo Merino, expuso a su interlocutor que el Gobierno español "expresa su extrañeza" por la referencia explícita que contiene el citado discurso "a un supuesto laicismo restrictivo que pudiera limitar la libertad religiosa y que el mismo pudiera ser atribuido a una actitud deliberada del Gobierno".
 
El Gobierno manifiesta también su extrañeza por la mención que se hace en el discurso del "deber que tienen los poderes públicos de garantizar el derecho a la enseñanza religiosa y de asegurar las condiciones reales de su ejercicio, dado que el régimen docente de la enseñanza religiosa está regulado por el Acuerdo entre España y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales de 1979".
 
Por último, el Gobierno reitera su deseo de mantener un fructífero entendimiento con la Iglesia, mediante un diálogo permanente basado en el respeto profundo del ámbito de competencias que los Acuerdos entre España y la Santa Sede reconocen a ambas Partes.
 
El ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación calificó de "cordial" la reunión. Según informaron a Europa Press fuentes de la Dirección General de Comunicación Exterior, el objetivo de la convocatoria no era trasladar una "protesta formal" al representante de Juan Pablo II sino sólo "la extrañeza". Las mismas fuentes añadieron que las relaciones con el Nuncio, de las que habitualmente se encarga el Subsecretario, al ser el interlocutor habitual con la Santa Sede, son "permanentes y fructíferas".
 
Por su parte, fuentes de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en España confirmaron la citada conversación entre el subsecretario de Asuntos Exteriores y monseñor Monteiro, si bien rechazaron, al menos por el momento, realizar algún comentario.
 
El PSOE justifica la protesta por los "ataques" del Papa
 
La secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, considera "justificado" que el Gobierno haya convocado al Nuncio del Papa en Madrid para expresarle su malestar por las palabras de Juan Pablo II denunciando las restricciones a la libertad religiosa en España. "Nosotros consideramos que la Iglesia católica puede hacer todo tipo de declaraciones sobre la fe católica, porque forma parte de su libertad de expresión, pero no puede atacar directamente al Gobierno por tomar decisiones políticas dirigidas a todos los ciudadanos", dijo Jiménez.
 
En su opinión, Juan Pablo II no se limitó a reclamar "clases de religión" sino que sus declaraciones estuvieron "fuera de lugar" cuando se refirió al Plan Hidrológico Nacional (PHN). "Ya me hubiera gustado que hubiera hecho alguna mención a una epidemia como la del SIDA", concluyó Jiménez. En todo caso, señaló que esta convocatoria no hay que interpretarla como un "conflicto" con la Iglesia, sino como el método habitual en diplomacia para hacer llegar el malestar por el contenido del discurso del Papa, por lo que reclamó "no sacarlo de contexto".
 
El PP considera inadecuada la protesta
 
El secretario de política internacional del PP, Jorge Moragas, dijo que la protesta presentada por Exteriores al Nuncio, por las palabras del Papa, significan que "nuestra política exterior está intoxicada de sectarismo partidista" que desprestigia a España. "Vamos mal", exclamó al conocer la convocatoria, por parte de Exteriores, del Nuncio Apostólico en España. En su opinión, la protesta que le ha trasladado el Gobierno "no es coherente con los intereses generales de España".
 
En este sentido, puso de manifiesto lo que considera una contradicción por el hecho de que "mientras un jefe de Estado extranjero llama franquista a un gobierno democrático de España y nadie del Gobierno protesta, cuando el Papa emite sus libres opiniones atendiendo a lo que considera un reclamo de la comunidad católica española, entonces se protesta y se llama al orden al Nuncio" en referencia a la entrevista en la que el rey de Marruecos, Mohamed VI, llamó franquista a Aznar. Moragas concluyó que "por el interés general de España se hace necesario un recambio urgente a la cabeza de la Diplomacia española".

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