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El Hospital Jiménez Díaz sabía que Noelia de Mingo estaba trastornada, pero no hizo nada

Una compañera de Noelia de Mingo, la médico que apuñaló a personal y pacientes de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, testificó este lunes.

L D (EFE) Así lo explicó a los periodistas el abogado Carlos Sardinero, que representa a las familias de los tres fallecidos en este suceso, quien añadió que, según esta doctora residente, M.A., en esta reunión celebrada el pasado 31 de marzo para tratar la situación clínica de Noelia se acordó "que no se hicieran labores de policía y control sobre ella".

El pasado 3 de abril la médico residente Noelia de Mingo supuestamente mató a puñaladas en estado de enajenación mental a tres personas, la médico Leilah el Ouamaari, la paciente Jacinta Gómez, y Felíx Vallés -quien estaba en la clínica visitando a su mujer-, e hirió a otras cinco personas.

El titular del juzgado de instrucción número 33 de Madrid tomó declaración desde primera hora de la mañana y hasta las 14.40 horas a diez testigos: M.A., quien resultó herida en el cuello, y auxiliares y enfermeros de la clínica, quienes no quisieron hacer declaraciones a los periodistas. M.A. -indicó el abogado- ha recordado al juez que Noelia tuvo al menos tres bajas, la primera el 1 de febrero de 2002 "por un incidente en Urgencias donde sufrió un delirio" y todas ellas por síndromes ansioso-depresivo.

Según Sardinero, letrado de la Asociación El Defensor del Paciente (ADEPA), "las testificales apuntan a que la situación clínica de Noelia era conocida", tanto por el tutor de residentes como por el jefe del Servicio de Reumatología, y "no sólo no se hizo nada, sino que decidieron no hacer nada", con lo que, en su opinión, "va tomando forma la posible responsabilidad del centro".

Los testigos han manifestado al juez que ese día no hubo un detonante o discusión que dieran lugar a las agresiones y que Noelia se encontraba durante las dos últimas semanas "muy mal" desde el punto de vista psicológico, por lo que "había miedo entre los compañeros" y hubo quejas de pacientes "que se sentían amenazados". "Se sabe que ella le trasladó a su tutor que tenía esquizofrenia", aseveró el abogado, quien hizo hincapié en que de las testificales también se deduce que ninguno de los fallecidos pudo defenderse y que "la mayoría de los agredidos lo fueron de espaldas y de manera sorpresiva". "No sabemos qué tipo de esquizofrenia padece", concluyó Sardinero, quien dijo que es pronto para saber si los sanitarios tienen responsabilidades, aunque "sí responsabilidad civil la Fundación Jiménez Díaz y veremos si el Estado pues se trata de una médico residente".

Por su parte, la presidenta de ADEPA, Carmen Flores, manifestó que Noelia estaba en la clínica por "favoritismo y tráfico de influencias". Anunció que pretende que un abogado de la asociación ejerza la acusación popular en este caso y dijo que cree que el juez debe responsabilizar penalmente al jefe de Servicio y a la dirección médica de la Clínica "por consentir esta situación".

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