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LA PRENSA DE UN VISTAZO

El Mundo le lava la boca a Barberá y el ex millonario que mastica tapones

Viene hoy la prensa calentita. Zapatero, incorregible, ha recaído en la droga de la rectificación y ayer se montó el jolgorio en el Senado. "¡Zapatero dimisión!, ¡Guuurtel, Guuurtel!" vociferaban los diputados. Mientras, Pedro J. le lava la boca a Barberá. Y no se pierdan el ridículo de Portillo en Montmeló.

Puff, como están las cosas. La prensa no da crédito –y no es un sarcasmo- a la nueva rectificación del Ejecutivo con el tema de los Ayuntamientos. Apenas 48 horas después de bramar a los cuatro vientos que el Gobierno "no da bandazos, se adapta a las circunstancias", Salgado corrigió lo que dijo el lunes y encima con mentiras -haciendo que Rubalcaba se trague una vez más sus palabras de hace seis años-.

El Mundo lo lleva en su portada. "Salgado obligada a aplazar su creditazo y urdir una mentira". Habla el periódico de una "rebelión" en los ayuntamientos del PSOE, que "montaron en cólera" ante el cierre del grifo del crédito. "El clamor fue tal que Salgado se vio obligada a rectificar y urdir una ficción" sobre erratas en el BOE. "Pedro Castro dejó claro que no fue un error" y dejó en evidencia la mentira.

En su editorial, dice El Mundo que "el Gobierno ha rozado la tragicomedia" en una "exhibición de improvisación, debilidad y falsedad" y ha "aceptado sin rechistar la reclamación municipal, encabezada por Pedro Castro". Además, "ha habido falsedad argumental y mentira política en los intentos de explicación oficial por parte de Salgado".  

Además, Pedro J. le endilga un capón a Rita Barberá por llamar "miserable" a Zapatero. Dice que la alcaldesa de Valencia "no debe perder los estribos" y que se puede "criticar sin insultar".

Federico Jiménez Losantos habla en su columna de la "dictadura del pinganillo" en referencia al ridículo que hicieron Montilla y Chaves traduciéndose el uno al otro. Dice Jiménez Losantos que el "esperpento" "va más allá del Circo Berlitz y del pinganillo inserto en el orejamen del papá de Paula. Es el símbolo de la dictadura instaurada hace 30 años por Jordi Pujol".

El estallido en el Senado es otro de los temas de las portadas de hoy. El caso es que en la Cámara Alta, tan soporífera antes, van a empezar a cobrar entrada. El lunes con Montilla y el pinganillo y hoy por la trifulca que se montó. Dice El Mundo que el PP montó una estrategia de "acoso" a Zapatero. La intervención de Pío García Escudero, que llamó a Zapatero "impostor" y "tragasables" dio lugar a una explosión popular pidiendo la dimisión del presidente mientras la bancada socialista contestaba "Gurtel, Gurtel". Todo ornamentado con pateos y manotazos en las bancadas.

El País llama "corrección" al bandazo de Zapatero y habla también de "acoso" en el Senado por parte de los "hooligans" del PP. Ya en el editorial le dedica algún  cachete amistoso al presidente. "El Gobierno no se cansa de cometer graves errores de gestión" y califica de "justificación estrambótica " el enorme embuste de Salgado. De sonrojo.

Público prefiere centrarse en pedirle cuentas al Gobernador del Banco de España, al que nunca ha tenido mucha simpatía. Tacha el periódico de "tangana" la que se montó en el Senado y narra que fueron Chacón y Trinidad Jiménez las que empezaron la bronca. Claro que ellas lo hacían para "arropar a su jefe" mientras que los senadores del PP se comportaron como "si estuvieran en una taberna". (La Lupa).

Un duro editorial en ABC califica de "chapuza de aficionados" lo ocurrido con los Ayuntamientos pero dice que "todavía es peor la explicación del error". "El Gobierno ha perdido el norte porque no acierta ni cuando rectifica". Y Carlos Alsina se pregunta en La Razón si el Gobierno "es consciente de las cosas que aprueba en Consejo de Ministros" y alerta del "baile de San Vito" que aqueja a nuestro Gobierno. "¿En qué curva del camino perdió el Gobierno la seriedad que se le supone a su labor ejecutiva".

Pero vamos a reírnos un rato y, esta vez, a mandíbula batiente. Cuenta El Mundo que hace dos semanas, Luis Portillo, ex presidente de Colonial fue a ver la Fórmula Uno a Montmeló y se presentó en la zona VIP para conocer a Alonso y ver si se encontraba por casualidad con Botín. Una vez allí, la organización le ofreció tapones para protegerse lo oídos. "Portillo y su esposa los confundieron con unos aperitivos y se los llevaron a la boca. Varios de los presentes no pudieron contener la risa". Nosotros tampoco…

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