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'El País' mantiene el blog de Vigalondo tras sus bromas sobre el Holocausto

Nadie pide perdón. Ni El País ni Vigalondo. Por un caso parecido, el dueño de la librería Europa fue condenado a varios años de prisión.

El fenómeno generado a raíz de las incendiarias declaraciones de Nacho Vigalondo sobre el Holocausto sirve para testimoniar la doble vara de medir del diario El País. El director, que hizo esas declaraciones en su cuenta de Twitter, y que también ha dirigido la última campaña publicitaria televisiva del diario, tiene alojado allí un blog cinematográfico donde se ha continuado la polémica.

En un post publicado el martes por la noche, el cineasta trata de encontrar el sentido a la polémica, aunque sus reflexiones van por otro lado y sigue sin pedir perdón a quienes puedan haberse visto ofendidos. Vigalondo considera que el revuelo tiene más que ver con el súbito interés de los medios de comunicación en un medio digital como Twitter, a través del cual, pocos días atrás, Álex de la Iglesia anticipó su decisión de abandonar la presidencia de la Academia por su desacuerdo con la ley Sinde.      

Es decir, Vigalondo trata de justificar el escándalo por la evidente "constatación de Twitter como una herramienta de producción de noticias", algo a lo que se añade el hecho de ser el responsable de la actual campaña de promoción televisiva de El País, que finalizó la pasada semana. Eso es lo que explica la reacción de la prensa por la "multiplicación de las posibilidades" de utilizar la noticia y no el evidente antisemitismo de las mismas, realizadas con el consentimiento del diario y el grupo que lo ampara.

"En mi cuenta (de Twitter) he tenido arrebatos sentimentales, he sido críptico, he sido tonto, he sido distante, he sido un pesado, he sido gracioso, he sido soso, pueril o macabro. Unas veces dándome cuenta y otras veces no". Su polémico mensaje negando el Holocausto se trataba de una "escenificación" de un "villano de opereta con un plan maléfico".

Pero ninguna referencia, más allá de eso, a la provocación utilizando la memoria de los fallecidos en el Holocausto. Dejando de lado lo acertado o no de la reflexión de Vigalondo, el cineasta sigue sin pedir perdón a las verdaderas víctimas por sus afirmaciones. Es más, Vigalondo sí pide perdón al propio diario El País, pero por "el incómodo fin de semana que algunos han vivido en la redacción del periódico" a raiz de los mensajes recibidos por sus declaraciones. Ni una palabra a las víctimas.

En su momento, este diario se hizo eco del caso de la librería Europa. Oscar P.G., propietario de la librería y dirigente del CEI (Círculo de Estudios Indoeuropeos) fue condenado a tres años y medio y a 3.600 euros de multa por difusión de ideas genocidas, un delito contra los derechos humanos y otro de asociación ilícita. En la misma medida, Ramón B.F., presidente de la misma asociación, fue condenado en 2009 a una pena de tres años y medio de prisión y 6.000 euros de multa por los mismos delitos.

En la librería Europa se encontraron, según la sentencia, materiales que incitan a la discriminación, la exclusión y la eliminación de distintos grupos raciales y sociales, y exaltan y justifican los regímenes fascistas totalitarios basados en la supremacía de la raza aria. En total, los cinco acusados se enfrentaron a penas de entre cinco y ocho años de cárcel.

El jocoso experimento de Vigalondo, que incluía chistes de películas con judíos como "Parque Judaíco", "A todo gas", "El niño del pijama de rayas se va de marcha", "Anna Frank´s catch me if you can" o "Encuentros en la tercera fosa", ni siquiera ha requerido de una rectificación del diario o del cineasta, pese a costarle la condena del actor Santiago Segura o el escritor Sergi Pamiés, aunque en este caso el perfil podría ser falso. Y pone además en la picota el antisemitismo de Prisa.

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