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El País, obligado a rectificar sobre una eutanasia que no existió

El País publicó un reportaje sobre la eutanasia de Miguel Nuñez, ex dirigente del PCE y PSUC. Pero el rotativo se ha visto obligado a rectificar después de que la familia denunciase las falsedades de los argumentos del diario de Prisa. Casi dos semanas se tardó en publicar la rectificación.

(Libertad Digital) El pasado 7 de junio El País Semanal publicó un reportaje titulado "La muerte digna de una vida digna" en el que se narraba la historia del militante antifranquista Miguel Nuñez y como éste murió gracias a una sedación letal tras su petición de que se le realizara la eutanasia activa. Esta noticia estaría enmarcada en un documental en el que Albert Solé, hijo de Jordi Solé Turá, habría contado los últimos momentos de Núñez y en el que supuestamente se grabó en directo su muerte.

Así comenzaba el reportaje: "Miguel Núñez murió delante de una cámara. Porque así lo quiso. Lo hizo para denunciar la hipocresía que él veía en una sociedad que rechaza la eutanasia. Activo luchador antifranquista, eligió día y hora para poner final a su vida cuando supo que su enfermedad era irreversible".

Sin embargo, este domingo el diario de Prisa publicó un artículo de la Defensora del Lector en el que se desmentían los hechos y por el que el diario se ha visto obligado a dar marcha atrás, según recoge el blog de Pedro Fernández Barbadillo. De hecho, un amigo cercano de Núñez, Jordi Borja, escribió al diario para advertir de los datos "sorprendentes e inexactos" aparecidos en el reportaje.

"Prácticamente expone que a Miguel se le practicó la eutanasia activa en presencia de su esposa y de su hija. De ser así, sería un delito que afectaría a estas personas y al personal de la residencia. No es cierto", sentencia Borja.

Según cuenta el artículo de la defensora del lector, un día después de la publicación del polémico reportaje, la viuda, Elena García, pidió amparo al diario ante unos hechos que no se correspondían con la realidad. Por ello, tanto García como su hija, Estrella Núñez, escribieron a El País acogiéndose al derecho de réplica. Pero no fue hasta este domingo, trece días después de enviar una carta al diario, cuando se pudo conocer la versión de los familiares.

La viuda sostiene que el reportaje tenía "afirmaciones que no sólo son inexactas, sino que pueden causarnos un grave perjuicio moral y material, e incluso responsabilidades legales". Supuestamente la muerte fue grabada para un documental pero Elena García volvió a ser muy clara y afirma en la réplica que "Miguel no murió delante de la cámara. Nunca lo hubiéramos permitido".

Según afirma la familia, el texto está lleno no sólo de hechos falsos sino también de inexactitudes. La autora del reportaje alegó que se basó en un único testimonio y que no se basó en el de los familiares de Núñez.

En realidad, la supuesta inyección que acabó con la vida de Miguel, y que aparece en el documental, era sólo una más de las dosis de morfina que recibía el enfermo dentro del programa de cuidados paliativos del Servicio Catalán de Salud. "La imagen de los enfermeros corresponde a una de esas inyecciones. Ni siquiera es la última", insistió la viuda.

Y es que según lo publicado por el diario de Prisa, el 7 de junio en su suplemento dominical, Núñez habría pedido que se le realizara la eutanasia y que "sabía que iba a ser el último día porque los doctores haría que fuera el último". Además, aseguraba que "ha muerto como ha querido". Pero la familia ha vuelto a poner de manifiesto las mentiras del reportaje y asegura que el mítico dirigente del PSUC y del PCE llevaba ya varios días semiinconsciente cuando se le inyectó la supuesta inyección, por lo que no podría haber elegido el día en el que prefería morir.

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