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LA PRENSA DE UN VISTAZO

El Periódico contra El Periódico y el desafío de Raúl del Pozo

Monotema en la prensa nacional sobre la esperada sentencia del Estatuto catalán que por fin vio ayer la luz. El Periódico de Catalunya contradice a El Periódico de Aragón, pese a pertenecer a la misma empresa. Y Raúl del Pozo desafía desde El Mundo.

Estatuto, Estatuto y Estatuto. Por fin, cuatro años después, Emilia Casas ha alumbrado una sentencia. Unos diarios destacan van por el espaldarazo al texto. El Mundo: "Casas salva el Estatuto mediante un último apaño". El País: "El Constitucional avala el Estatuto pero niega validez al término nación". Otros, por el recortillo: La Vanguardia: "El TC rebaja el Estatut". ABC: "El TC purga el Estatut". La Razón: "El TC sentencia: Cataluña está dentro de la indisoluble unidad de la nación española". La Gaceta: "El fallo del Tribunal Constitucional reitera la indivisibilidad de España". Público: "El Estatut sale tocado".

Dice El Mundo que la sentencia "avala en su mayor parte el Estatuto". Le dedica dos editoriales. En el primero, dice que "la sentencia fue posible gracias a un apaño de última hora de María Emilia Casas, empeñada en que el fallo se produjera casi de cualquier manera" y lo considera una "maniobra a la desesperada de la presidenta". Considera la sentencia una "chapuza desde el punto de vista jurídico". "La sentencia… permite augurar un periodo de elevada conflictividad entre Cataluña y España", dice y concluye que "la mayoría del tribunal serán a la postre los responsables de esta chapuza jurídica de la que España sale debilitada".

En un segundo editorial dedicado a las reacciones políticas, dice que Gobierno y Generalidad se dedicaron a "ofuscar a la opinión publica catalana". Tampoco entiende "la sensación de satisfacción que traslució el PP" y califica de "extemporáneas" las reacciones de Pujol, que calificó la sentencia de "humillación colectiva" y de Montilla, llamando a la movilización. Enmarca estas reacciones desaforadas en "el tiempo preelectoral que vive Cataluña" porque "no pueden plantearse unas elecciones sin recurrir a algún tipo de victimismo". Considera que la "lucha por el Estatuto ha sido utilizada como un anestésico que la clase política catalana ha inoculado en la sociedad" y cree que "se quiera o no la sentencia cierra un periodo reivindicativo".

El País también reconoce que el Constitucional avala el Estatuto, pero que los escuálidos recortes "darán abundante munición retórica en un ambiente preelectoral como el que vive Cataluña".

Para el ABC, el ganador es el PP porque la sentencia "ha ratificado la decisión de todos cuantos presentaron un recurso de inconstitucionalidad". Cree que "se ha reparado en parte la vulneración" constitucional porque el Estatuto "no será la base legal de la imposición monolingüística" y "queda meridianamente claro que Cataluña no es una nación". Insiste en salvarle la cara al líder del PP: "Rajoy ha hecho lo que tenía que hacer: defender y con éxito el interés nacional". La Razón, en la misma línea, se deshace en halagos a Rajoy, del que dice que "cumplió estrictamente con su deber" al recurrir el Estatuto.

La Gaceta, pese a que en titulares destaca que el TC avala que no hay nación que valga, dice en el editorial que "el resultado después del largo e indecente culebrón" tiene tres consecuencias muy negativas. "Una amenaza para la convivencia nacional, la confirmación del descrédito del TC y el estímulo del órdago separatista del nacionalismo catalán, que lejos de contentarse sube el listón de sus peticiones".

Y ¿qué dice La Vanguardia? Pues se ha leído otro fallo distinto. En su opinión, el TC ha tumbado su Estatut. "Estocada constitucional", titula en páginas internas. En el editorial dice que la sentencia produce "una sensación de infinito cansancio". No me extraña. Considera que "lo símbolos han sido respetados", que "el modelo lingüístico queda a salvo", que "el modelo de convivencia sale ileso de la emboscada" –palabra que repite en dos ocasiones- junto al "han fracasado", en referencia a los defensores del bilingüismo en Cataluña. "El Estatuto ha sido frenado en algunos de sus flancos importantes, pero su espíritu, su alma, el deseo de la mayoría de la sociedad catalana… ha sobrevivido". Pues se diría que están contentos, ¿no? Pues no.

Continúa. "España necesita a Catalunya" y "Catalunya necesita un vínculo constructivo con España". "El TC ha evitado in extremis lo peor: la prepotencia, el escarnio, el menosprecio, el seco rechazo a las reclamaciones catalanas. La dignidad de Catalunya queda a salvo con la sentencia aprobada ayer". Pues entonces, nos preguntamos, ¿a qué viene el victimismo?

Público va más en la línea del nacionalismo catalán. Yo diría que incluso lo supera. Vamos, que deja en pañales al independentismo catalán y a las juventudes de ERC como los mayores defensores de la Constitución. "Entre el alivio y la indignación", Jesús Maraña, el director, dice que "para la Generalitat y para el sentir de la mayoría de los catalanes, un tribunal caducado elimina 14 artículos e interpreta otros 27 de un texto que contaba con toda la legitimidad de las urnas y cuyo desarrollo ha demostrado la falacia de que pudiera "romper España", como sostenía el PP". Considera que los "magistrados nombrados a propuesta socialista haya impuesto su rancia visión de España no ayudan a contener la frustración catalana" y que "la España plural queda tocada y los separatismos reciben un nuevo aliento". Para echarse a temblar.

Como ejemplo de la locura estatutaria, hay que leer los titulares de la empresa editorial de El Periódico. "El TC avala la mayor parte del Estatut", dice El Periódico de Aragón. "El TC rebaja el listón del Estatut", considera por el contrario El Periódico de Catalunya. Y ¿cómo fue la tarde de ayer en ambas redacciones?

Y ya está bien de Estatuto. También hay otras cosas. Por ejemplo, el desafío de Raúl del Pozo en El Mundo por el PER. Cuenta que le dijo un jornalero: "Nos estamos cansando de los insultos que nos lanzan desde los despachos con aire acondicionado… y contrarios a los subsidios a los jornaleros cuando callan las ayudas a otros sectores". "Que quiten el PER si tienen huevos, no habría otra salida que la del reparto de la tierra". Dice Del Pozo que Carrillo frenó las primeras movilizaciones de los jornaleros porque podrían provocar un golpe de Estado. "Ese cuento se ha acabado. Los partidos políticos financian el orden publico y si quieren que el futuro tenga forma de hoguera, que quiten el PER".

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