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El poeta argentino Juan Gelman gana el Premio Cervantes

El escritor argentino Juan Gelman, que ha sabido testimoniar en su poesía su tiempo literario e histórico, ha ganado el Premio Cervantes 2007, considerado el más prestigioso de las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un autor. El fallo de este premio, que está dotado con 90.450 euros, fue hecho público por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, tras la reunión que mantuvo el jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.

El escritor argentino Juan Gelman, que ha sabido testimoniar en su poesía su tiempo literario e histórico, ha ganado el Premio Cervantes 2007, considerado el más prestigioso de las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un autor. El fallo de este premio, que está dotado con 90.450 euros, fue hecho público por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, tras la reunión que mantuvo el jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.
L D (EFE) El escritor argentino Juan Gelman, que ha sabido testimoniar en su poesía su tiempo literario e histórico, ha ganado este jueves el Premio Cervantes 2007, considerado el más prestigioso de las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un autor. El fallo de este premio, que está dotado con 90.450 euros, ha sido hecho público por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, tras la reunión mantenida por el jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y que ha adoptado su decisión por mayoría.

Gelman se impuso a otros cuatro candidatos: la peruana Blanca Varela, el mexicano José Emilio Pacheco, el uruguayo Mario Benedetti y el chileno Nicanor Parra.

García de la Concha ha reconocido la dificultad del jurado en decidir entre estos candidatos y sobre Gelman ha afirmado que es un hombre entregado desde muy joven a la poesía. Después de "haber milongueado mucho" con la palabra, con el ritmo y con el juego del léxico, Gelman se abrió a un "compromiso mayor con la realidad", ha afirmado el presidente del jurado. "Pero su compromiso social nunca le llevó a abdicar de su compromiso con la poesía", ha añadido.

El poeta Antonio Gamoneda, ganador de la pasada edición y que formó parte también del jurado, ha afirmado que, a título personal, considera que el autor argentino era el "más merecedor" del galardón.
La poesía la lleva tatuada en los huesos

El ministro de Cultura ha destacado que Gelman tiene una obra numerosa, pero también cualitativamente grande. Molina, que ha anunciado cambios en la formación del jurado del Cervantes, ha subrayado que Juan Gelman es una persona que ha sufrido la poesía en su propia carne. "La poesía la lleva tatuada en los huesos", ha afirmado el ministro.

El jurado del premio ha estado compuesto, además de por García de la Concha y Gamoneda, por Francisco Albizúrez, designado por la Academia Guatemalteca de la Lengua; José Miguel Ullán, designado por el ministro de Cultura; y José Manuel Sánchez Ron, designado por el secretario de Estado de Universidades e Investigación. También han formado parte del jurado María Ángeles Pérez López, designada por la directora del Instituto Cervantes; Amalia Iglesias, designada por la directora de la Biblioteca Nacional; Martín Caparrós, designado por el director general de Cooperación y Comunicación Cultural; y Alfredo Conde, designado por el director general de Libro, Archivos y Bibliotecas.

Como secretario ha ejercido Rogelio Blanco Martínez, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas y como secretaria de actas, Mónica Fernández Muñoz, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
 
Maestro de ese "oficio ardiente"
 
Poeta, periodista y traductor, el escritor Juan Gelman ha demostrado a lo largo de su vida ser un maestro de ese "oficio ardiente" que para él es la poesía, un género que ha combinado con su actitud cívica y su constante denuncia de las violaciones de los derechos humanos.

Considerado el poeta argentino de mayor prestigio y el más premiado de su generación, la de los años 60-70, Gelman (Buenos Aires, 1930) ha merecido ya galardones como el Nacional de Poesía argentino, el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda" y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

El amor, la memoria, el dolor y la muerte impregnan con frecuencia la poesía de Gelman, cuya vida ha estado marcada por su militancia política y por las consecuencias que la dictadura argentina tuvo para él y su familia. Amenazado por la Triple A argentina, Gelman se vio obligado a exiliarse en 1975, primero a Italia, luego a Francia y más tarde a México.

El 24 de agosto de 1976, su hijo Marcelo y su nuera -la española Claudia García- fueron secuestrados por militares argentinos cuando ella estaba embarazada de siete meses. Él tenía 20 años y ella 19 cuando se los llevaron.

Su hijo fue torturado y asesinado por los militares, y tras 23 años de intensa búsqueda Gelman encontró a su nieta en Uruguay, donde había sido criada por la familia de un policía uruguayo. Su nuera figura en esa larga lista de 30.000 desaparecidos argentinos, y su caso es investigado por la Justicia uruguaya.

Gelman, que en la actualidad reside en México, desarrolló desde el exilio una labor internacional de denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen militar argentino. "El espíritu de un país que olvida su verdad no puede agrandar sus horizontes", dijo el poeta cuando recibió el Premio Reina Sofía en 2005. América Latina, añadió, "sabe de la muerte temprana e injusta causada por el terrorismo de Estado", que ha producido decenas de miles de muertos y desaparecidos en países como Argentina, Chile, Uruguay, El Salvador y Guatemala.

"Sin embargo, la poesía sigue viva, es un tirar contra la muerte", dejó claro en aquella ocasión Juan Gelman, cuya primera obra de poesía fue "Violín y otras cuestiones" (1956). Luego vendrían títulos como "El juego en que andamos" (1959), "Velorio del solo" (1961), "Gotan" (1962), "Cólera Buey" (1965), "Los poemas de Sidney West (1969) "Fábulas" (1971), "Carta Abierta" (1980), "Bajo la lluvia ajena" (1980), "Hacia el Sur" (1982), "Com/posiciones" (1983-1984), y "Eso" (1983-1984).

Con influencias de San Juan de la Cruz en algunos de sus libros, Gelman publicó también "Hechos y relaciones" y "Si dulcemente" (1980) y "Dibaxu" (1983-1985). Recuperada la democracia en Argentina, el juez Miguel Guillermo Pons, nombrado por el régimen militar (1976-1983) y ratificado por el Senado en 1984, dictó en 1985 una orden de captura por asociación ilícita contra Juan Gelman.

Esta acusación se refería a la participación del escritor en el Movimiento Peronista Montonero (MPM), aunque ya en 1979 Gelman hubiese roto públicamente con este movimiento. Cuando llevaba doce años en el exilio, Gelman volvió a su país para declarar ante la Justicia, y sólo entonces le fue otorgada la posibilidad de regreso en libertad. Pero el escritor enterró a su hijo y optó por irse a vivir a México.

La última etapa de su obra poética refleja el dolor por sus amigos desaparecidos, la tierra lejana y el desarraigo del exilio. De esta época son: "Anunciaciones" (1988), "Carta a mi madre" (1989), "Salarios del impío" (1984-1992), "La abierta oscuridad" (1993), "Incompletamente" (1997) y "Ni el flaco perdón de Dios" (1997). Ha publicado más tarde "En el hoy y mañana y ayer" (2000), "Valer la pena" (2001) y "País que fue, será" (2004).

Juan Gelman ha declarado ante la Audiencia Nacional española en relación con los procesos contra militares responsables de desapariciones.

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