L D (EFE) "En los primeros momentos de todo lo que se ha montado en torno a la guerra era muy fácil manipular y el pobre Pedro Almodóvar fue manipulado", declaró el dirigente popular en el programa "El Círculo a Primera Hora" de Telemadrid. Añadió que el manifiesto que leyó el director de cine "ponía los pelos de punta, era totalitario e incluso hacía proclamas a favor de la democracia chavista".
A su juicio, "está claro que hay mucha gente que se ha manifestado por su rechazo visceral al concepto de guerra, pero estos nobles sentimientos han sido utilizados con otros intereses".
Sin embargo, el director de cine nominado a los Oscar dijo este viernes en Los Angeles que quiere expresar en persona su agradecimiento por las dos candidaturas al Oscar por “Hable con ella”, pero con una felicidad limitada por la guerra”. "Quiero agradecer a la Academia estas dos candidaturas, pero inevitablemente todo se ha ensombrecido por una guerra con la que no estoy de acuerdo. Vengo a decir gracias, pero diré algo más", señaló.
Ese algo más, irá prendido en la solapa de su esmoquin de Armani, cuando el próximo domingo llegue a la ceremonia de los Oscar luciendo la insignia inspirada en la paloma de la paz de Picasso repartida entre las estrellas como forma de protesta pacifista. "Hollywood está en contra de la guerra", recordó este artista.
Como resalta la insignia con el símbolo de la paz que luce en su cazadora o la de "No a la guerra" que lleva el actor Javier Cámara, ahora hay algo más en ciernes y le van a oír, porque como dice "uno se manifiesta en la vida". "Uno tiene 45 segundos para ser expresivo en cualquier lengua -dice en referencia al tiempo dado a los ganadores para dar las gracias durante la ceremonia- y diré lo que me pida el cuerpo". "Y me lo pedirá, supongo", agregó, consciente de su clara oposición a la política belicista que ha conducido a esta guerra.
"Creo que Bush no se entera y Aznar tampoco, y debe enterarse, porque tiene a su pueblo muy cerca y debería de oírlo", insistió el cineasta, en referencia al presidente de Estados Unidos y al del Gobierno español y a las manifestaciones populares de protesta en contra de la invasión de Irak.
Sus palabras no reflejan temor ni a las comentadas represalias dentro de la industria estadounidense o a la posibilidad de un atentado en la ceremonia de entrega de los Oscar, como se ha sugerido. "No creo que la inseguridad física llegue hasta aquí. Yo tengo miedo por lo que ocurre en Bagdad", resaltó.
Dicho esto y una vez en Los Angeles, acompañado también por la protagonista de su filme, Leonor Watling, va a tratar de vivir el momento, y se refiere a la eliminación de la alfombra roja por la que desfilaban los actores al llegar a la ceremonia de los Oscar. "La primera víctima de la guerra es el glamour", dice Almodóvar, quien añade, no sin picardía, que las primeras perjudicadas son las actrices, que se ven en el dilema de ir vestidas "sencillas, pero con un punto de fiesta".
A su juicio, "está claro que hay mucha gente que se ha manifestado por su rechazo visceral al concepto de guerra, pero estos nobles sentimientos han sido utilizados con otros intereses".
Sin embargo, el director de cine nominado a los Oscar dijo este viernes en Los Angeles que quiere expresar en persona su agradecimiento por las dos candidaturas al Oscar por “Hable con ella”, pero con una felicidad limitada por la guerra”. "Quiero agradecer a la Academia estas dos candidaturas, pero inevitablemente todo se ha ensombrecido por una guerra con la que no estoy de acuerdo. Vengo a decir gracias, pero diré algo más", señaló.
Ese algo más, irá prendido en la solapa de su esmoquin de Armani, cuando el próximo domingo llegue a la ceremonia de los Oscar luciendo la insignia inspirada en la paloma de la paz de Picasso repartida entre las estrellas como forma de protesta pacifista. "Hollywood está en contra de la guerra", recordó este artista.
Como resalta la insignia con el símbolo de la paz que luce en su cazadora o la de "No a la guerra" que lleva el actor Javier Cámara, ahora hay algo más en ciernes y le van a oír, porque como dice "uno se manifiesta en la vida". "Uno tiene 45 segundos para ser expresivo en cualquier lengua -dice en referencia al tiempo dado a los ganadores para dar las gracias durante la ceremonia- y diré lo que me pida el cuerpo". "Y me lo pedirá, supongo", agregó, consciente de su clara oposición a la política belicista que ha conducido a esta guerra.
"Creo que Bush no se entera y Aznar tampoco, y debe enterarse, porque tiene a su pueblo muy cerca y debería de oírlo", insistió el cineasta, en referencia al presidente de Estados Unidos y al del Gobierno español y a las manifestaciones populares de protesta en contra de la invasión de Irak.
Sus palabras no reflejan temor ni a las comentadas represalias dentro de la industria estadounidense o a la posibilidad de un atentado en la ceremonia de entrega de los Oscar, como se ha sugerido. "No creo que la inseguridad física llegue hasta aquí. Yo tengo miedo por lo que ocurre en Bagdad", resaltó.
Dicho esto y una vez en Los Angeles, acompañado también por la protagonista de su filme, Leonor Watling, va a tratar de vivir el momento, y se refiere a la eliminación de la alfombra roja por la que desfilaban los actores al llegar a la ceremonia de los Oscar. "La primera víctima de la guerra es el glamour", dice Almodóvar, quien añade, no sin picardía, que las primeras perjudicadas son las actrices, que se ven en el dilema de ir vestidas "sencillas, pero con un punto de fiesta".