El "Rafita", de nuevo libre tras su cuarto arresto

El titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid ha puesto en libertad a Rafael G.F., conocido como "El Rafita", acusado del presunto intento de sustracción, el pasado jueves, de un automóvil de lujo en el barrio madrileño de Hortaleza. Según han informado fuentes judiciales, en el curso de su declaración ante el juez, "El Rafita", quien se enfrenta al cargo de robo de uso de vehículo, ha negado su participación en los hechos.

La Policía Nacional le detuvo el pasado jueves después de que varios agentes sorprendieron a tres individuos que intentaban robar un vehículo en el distrito de Hortaleza. Uno de ellos fue detenido y los otros dos lograron fugarse, aunque los agentes reconocieron entre ellos a "El Rafita", que fue localizado y arrestado.

"El Rafita" estuvo implicado cuando tenía catorce años en el asesinato de Sandra Palo, la joven de Getafe que fue hallada carbonizada el 17 de mayo de 2003 tras ser violada, atropellada y quemada viva.

El 27 de enero pasado la Comunidad de Madrid e Instituciones Penitenciarias llegaron a un acuerdo en virtud del cual Prisiones se hace cargo del control de la pena de libertad vigilada del joven. Con este arresto, el Rafita ya ha sido detenido por diversos delitos en cuatro ocasiones en tan sólo ocho meses.

El primero de los cuales fue el robo de un ordenador portátil en Benalmádena, el pasado verano. Unos meses después fue arrestado por tratar de robar un coche y un robo con fuerza. Todos estos delitos los ha cometido mientras continúa en régimen de libertad vigilada. En junio será ya a todos los efectos totalmente libre, sin necesidad de comparecer cada 15 días en los juzgados, como hasta ahora.

Concluirá así sus cuentas con la Justicia tras el atroz crimen de Sandra Palo. El "Rafita", que en 2003 tenía catorce años, fue condenado a cuatro años de internamiento en un centro de menores y otros tres de libertad vigilada. Su impunidad ha vuelto a reabrir el debate de la necesidad de cambiar la vigente Ley del Menor. En virtud de esta norma, todos los delitos cometidos antes de su mayoría de edad, incluido el de asesinato, han quedado clausurados. Mientras, la poca entidad de las penas de los delitos cometidos hasta ahora impiden su ingreso en prisión.