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El semen del líder opositor malayo, motivo de disputa durante un juicio por sodomía

La fiscalía de Malasia aseguró este miércoles durante el juicio por sodomía contra el líder opositor Anwar Ibrahim que rastros del semen del político fueron encontrados en el ano del joven ayudante que le denunció, informaron fuentes judiciales.

Esta prueba demostrará que Ibrahim efectivamente mantuvo una relación homosexual tipificada en la legislación como delito con Saiful Bukhari Azlan, según el letrado Mohamed Yusuf Zainal Abiden.

Sin embargo, el ex viceprimer ministro asegura contar con dos exámenes médicos independientes que confirman que no sodomizó a su antiguo ayudante de 23 años puesto, que no hay evidencia alguna de penetración anal en la víctima. A su llegada al tribunal, Ibrahim insistió de nuevo en su inocencia y calificó de "malévolas y frívolas" las alegaciones de la fiscalía.

La víspera, el líder opositor acusó al primer ministro, Najib Razak, de haber instigado el proceso contra él y anunció que pedirá su comparecencia como testigo de la defensa. El Tribunal Supremo de Malasia rechazó a finales de 2009 el último recurso presentado por Ibrahim para suspender el juicio, pese a que aportó los citados informes médicos que en teoría le absuelven del crimen.

Once años antes, Ibrahim ya fue condenado a diez años de prisión e inhabilitación política por el mismo delito sexual unido al de abuso de poder, cuando había caído en desgracia ante su otrora mentor, el ex primer ministro Mahatir Mohamed, a quien ahora apunta como máximo responsable de la campaña de desprestigio que acabó con su encarcelamiento. En 2004, la justicia le absolvió de sodomía pero por el otro cargo le mantuvo la inhabilitación política hasta después de las elecciones legislativas de marzo de 2008.

La oposición encabezada por Ibrahim obtuvo en aquellos comicios los mejores resultados de su historia, lo que supuso un duro revés para el Barisan Nasional, la coalición que gobierna el país desde la independencia en 1957.

De ser hallado culpable de sodomía, Ibrahim puede ser condenado a un máximo de veinte años de prisión y recibir varios azotes, según la legislación de Malasia, que todavía practica el castigo corporal como herencia de la época colonial británica.

El líder opositor y actual diputado denuncia que el proceso abierto de nuevo contra él forma parte de una trama urdida por el Gobierno para impedirle ganar suficientes apoyos y así tomar el poder a través de una moción de censura en el Parlamento.

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