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El Vaticano pide frenar a la "mano asesina" que desconectará a la italiana Eluana Englaro

Después de que se conociera que la joven italiana, Eluana Englaro, que lleva en estado vegetativo 17 años será desconectada, el Vaticano ha pedido que se frene "la mano asesina" que acabará con la vida de la joven. El Gobierno italiano prohibió en una circular que se le suspendiera la alimentación.

Después de que se conociera que la joven italiana, Eluana Englaro, que lleva en estado vegetativo 17 años será desconectada, el Vaticano ha pedido que se frene "la mano asesina" que acabará con la vida de la joven. El Gobierno italiano prohibió en una circular que se le suspendiera la alimentación.

LD (Agencias) El cardenal y presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios, el mexicano Javier Lozano Barragan, pidió frenar "esa mano asesina" que suspenderá la alimentación artificial a Eluana Englaro, la mujer italiana que lleva poco más de 17 años en estado vegetativo. El Estado italiano y muchos colectivos sociales se han mostrado contrarios a que sea desconectada.

Así lo declaró sin ambages al diario italiano La Repubblica después de saber que Eluana Englaro iba a ser trasladada al centro sanitario 'La Quiete' de Udine, donde los médicos dejarán de suministrarle la alimentación que la mantiene en vida. El cardenal, que ya se ha pronunciado sobre el caso Englaro en numerosas ocasiones, reiteró que "interrumpir la alimentación y la hidratación equivaldría a un abominable asesinato y así lo proclamará siempre la Iglesia en voz alta".

Preguntado sobre la sentencia del Tribunal Supremo italiano, que autoriza a la familia de Eluana a desconectar la alimentación, insistió en que "con todo el respeto por las sentencias, la posición de la Iglesia en defensa de la vida es siempre la misma y no cambiará en función de lo que digan los jueces". Esto sirve, "no sólo en relación a Eluana Englaro, sino en todos los casos en los que se trate de salvaguardar el bien inestimable de Dios que es la vida, desde el primer momento de la concepción hasta su conclusión natural".

Eluana llegó este martes en una ambulancia a la clínica donde en los próximos días se le desconectará la sonda alimenticia que la mantiene con vida, informan los medios italianos. La mujer, de 37 años, abandonó la clínica de Lecco (cerca de Milán), donde ha pasado los últimos días y llegó al centro médico de Udine, que hace unas semanas se mostró dispuesto a acoger a Englaro para poner en marcha la decisión del Tribunal Supremo que autorizó a su familia a desconectarla.

Los responsables de la clínica explicaron que Eluana Englaro no será desconectada inmediatamente, sino que esperarán unos tres días hasta que un equipo de voluntarios le retire la alimentación e hidratación asistida. Según los médicos, Eluana puede tardar unos quince días en morir.

En las puertas de la clínica de Lecco se reunió un grupo de manifestantes del "Movimiento a favor de la Vida" que protestó contra el traslado de Eluana Englaro y que intentó detener la ambulancia. El obispo de Udine, Pietro Brollo, también ha lanzado un llamamiento a "la conciencia de todos" en el que afirma que "el único deber en estas horas de la sociedad es el de ayudar a vivir a Eluana".

Según los medios de comunicación, Giuseppe Englaro, padre de Eluana, quien ha protagonizado una batalla legal de más de 10 años en la que pedía poder desconectar a su hija, llegará a la clínica esta tarde.

"La Quiete" es una casa de cuidados para ancianos financiada por el Ayuntamiento , que hace unas semanas dio su autorización para acoger a Eluana Englaro y cumplir la sentencia del Supremo. La clínica ignora así la circular del Ministerio de Sanidad del pasado 17 de diciembre en la que se prohibía a cualquier centro médico público o privado interrumpir la alimentación a pacientes en estado vegetativo.

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