El vídeo de AENA que controlaba el despegue del JK5022, y del que se hacen eco varios rotativos, muestra como el avión estalló en pista, lo que descarta que ardiera el motor en el aire. Según El País y ABC, en las imágenes no se observa ninguna explosión ni estallido del motor antes del impacto contra el pavimento. Tras caer, el fuselaje recorrió escorado la pista. Así las cosas, el aparato estalló tras varios segundos rebotando contra el suelo.
El rotativo de Vocento añade que el avión no se había elevado más de 50 metros cuando se inclina y se precipita al suelo. No llega al final de la pista y cae por una pendiente escalonada de entre cinco y siete metros hasta el cauce del arroyo de la Vega. Una vez allí, explotan los depósitos cargados de queroseno y los restos del avión salen por la derecha y atraviesan la valla perimetral.
Estas revelaciones coinciden con el testimonio de un ingeniero especialista en motores a Libertad Digital. Según explicó Víctor Fernández, haciéndose eco de los datos y testimonios conocidos, una de las posibles explicaciones de la tragedia es que el motor izquierdo entrara en compressor surge. Una avería conocida y estudiada en los manuales de aeronáutica.
Según este ingeniero, el surge lo que provoca es que el aire caliente y comprimido vuelva a la parte frontal del motor en lugar de atravesar la turbina. Este fenómeno provoca que salgan llamas de la parte frontal del motor. En estas condiciones, dice este experto, "el motor no explota", pero para ojos no expertos podría confundirse con una explosión.