Zapatero se ha vuelto a liar la manta a la cabeza con el diccionario, ahora con una guerra no guerra. El País es el más original. Lo llama "decisiones". "El 99% del Congreso apoya las decisiones de Zapatero contra Gadafi". Y se queda tan ancho. "En 2003 Aznar compareció para defender la guerra de Irak" pero Zapatero fue al Congreso para "ratificar su decisión de participar en la operación de Libia". Y es que "hubiera resultado inexplicable quedar al margen de la operación". Carlos E. Cué dice que Llamazares "alteró" al presidente, porque es como "si hablara la voz de la conciencia de Zapatero". Y se duele. "El PP contemplaba entusiasmado la guerra de la izquierda". Vaya, aquí sí hay guerra.
ABC le mete el dedo en el ojo a Zapatero, que "incorpora a su expediente presidencial la entrada en una guerra", aunque eso sí, para que se quede tranquilo "no es, en absoluto, una rectificación reprochable". Sobre el nuevo charco en el que se ha metido el presidente con las palabras lo define así: "Zapatero hizo piruetas con el lenguaje".
Gabriel Albiac es muy duro con Zapatero. Y no solo por la guerra. "Llegó al poder, porque una pulsión masoquista demasiado humana está siempre tentada de poner en el mando supremo al tonto de la tribu (...) No se si será cierto lo de que piensa marchase ahora, tras haber enlodado realidad y retórica de un modo loco. Para volverse a casa. Tan tranquilo. Yo en su lugar, al menos me volaría los sesos". ¿Y al más?
La Razón hace caso a Zapatero y habla de la "no guerra" de Libia. Y hay elogios para todos, que se han portado muy bien, pero sobe todo para Rajoy, que "cumplió con responsabilidad". "El PP, con Aznar primero y ahora con Rajoy, ha demostrado un encomiable sentido de Estado, lo que no puede decirse del PSOE, que ha pasado del no al sí a la guerra sin trauma alguno (...) Debemos, por tanto, elogiar la seriedad de Rajoy. El Gobierno y los principales partidos del país han estado en su sitio".
La obsesión de La Razón con los anuncios de prostitución va derechita a por ABC y La 10, a los que atiza por "incongruentes" y definirse como medios de "famlia" pero que emiten "anuncios sexuales".
El Mundo dice que Rajoy dijo "no somos como ustedes", aunque no lo dijo. Y cree Pedro J. que en el debate de ayer "hubo tongo". "Rajoy estuvo suave en las formas, pero duro en el fondo" y Zapatero "renunció a marcar las diferencias del ataque a Gadafi respecto a la intervención en Irak". Sin embargo, para Raúl del Pozo, "Rajoy demostró que puede dar caña sin carnaza. Le dio en la cresta a Zapatero burlándose, sin citarles, de sus grandes palabras".
A Federico Jiménez Losantos no le gusta esta guerra. "No aclaró ZP si la guerra es para derribar, contener o amputar el despotismo de Gadafi" y encima llevamos "tres días de guerra y no sabemos quién manda y para qué". Y Zapatero "no dijo ni guerra y respaldo total. Detesto el pacifismo progre, pero así, a esta guerra, no".
Público lo llama "intervención militar" y Marco Schwartz ve "lógico que este asunto provoque tensiones en la izquierda española, antibelicista y con una vieja cultura de reflexión moral", o sea, tan guays ellos, mientras que los malísimos de la derecha pretenden "convertir estas virtudes en defectos". En un artículo revela que hay un grupúsculo de artistas que no se han enterado de que ya no está de moda el no a la guerra y deja cristalino como el agua la diferencia entre la guerra de Irak y la de Libia. "La intervención" contra Gadafi "se produce en un contexto bien diferente al que vivía el país en 2003. El partido del Gobierno ya no es el PP". Ajá. Pues no se hable más.
El más duro con Zapatero es La Gaceta, que le acusa, nada más y nada menos que de "utilizar la sangre ajena para obtener tajada política". Esto le va a escocer al presidente.