Así lo defiende, Esperanza Oña, en la última entrada de su blog personal, titulada “El ciudadano rey” y recogida por Europa Press, en la que lamenta que "la izquierda tiene patente de corso para emprender cuantas embestidas desee contra el rigor, la ética y la coherencia, sin que por ello se merezca ni crítica ni reprimenda alguna" porque "todo se disculpa en aras a la supuesta ideología que, por lo visto, limpia cualquier suciedad".
En su opinión, la reforma del Palacio de San Telmo ha supuesto un "caso de auténtico derroche de dinero público que se acomete con la finalidad de satisfacer un capricho caro para una persona del gobierno del pueblo para el pueblo, una persona que cada día nos da lecciones de valores democráticos con complejo de superioridad moral y que defiende la lucha de clases".
"Al anterior presidente de la Junta, Manuel Chaves, se le ocurrió construirse un hogar entrañable en un palacio sevillano, joya del barroco español, que perteneció a miembros de la familia real. Aunque ideológicamente se posiciona enfrente de la monarquía, tal convicción no impidió que el impresionante edificio cautivara y despertara los más mundanos deseos del republicano de pro", subraya Oña, que critica que "la obra y su precio son de los secretos mejor guardados" y que "por más preguntas parlamentarias que se realicen, más maniobras de escape y confusión se ofrecen en las respuestas".
Tras dejar claro que "nada tenemos que objetar a que se recuperen edificios históricos que enriquezcan nuestro patrimonio cultural y a que se rehabiliten con criterios arquitectónicos para respetar la riquísima historia de nuestro país", la portavoz parlamentaria del PP-A deja claro que su partido se opone "completamente a que se pretenda aprovechar la excusa de la cultura y el patrimonio de una nación para justificar el placer y el lujo de la casta privilegiada socialista".
"Republicanos cutres de gustos caros"
"Estamos a favor de que el Palacio de San Telmo se promocione con el fin de que lo disfruten turísticamente cuantas personas lo deseen. Su restauración y apertura al público es un motivo de orgullo para Sevilla, Andalucía y España", prosigue Oña, que considera, no obstante, que "no tiene sentido que estos políticos de banderas republicanas a la menor ocasión; que estos socialistas de pacotilla que nos arrastran a la nada; que estos republicanos cutres de gustos caros, ansíen un palacio con más boato y alcurnia de los que jamás disfrutaron sus primeros inquilinos".
"La residencia del presidente de la Junta es mucho más lujosa, amplia y ostentosa que la de los actuales Reyes de España. En los peores tiempos de crisis, el despilfarro de lo superfluo alardea insultando a las familias que no saben cómo se enfrentarán a los gastos del mes. Es verdad que Manolo y Pepe son ostentosos, pero con un atenuante a su favor. Son ciudadanos-ostentosos. Y hemos explicado que eso, lo permite todo", concluye la dirigente popular.