En el artículo titulado "Ni respeto ni silencio," que Juan Luis Cebrián publicaba en la sección de Opinión del diario de Prisa, éste manifestaba su radical oposición a la sentencia del juez Ricardo Rodríguez contra los periodistas de la Ser Daniel Anido y Rodolfo Irago, por publicar por internet en junio de 2003 una lista de presuntas afiliaciones irregulares al PP de Madrid.
En el texto, Cebrián condenaba lo que estimaba "aberrante", el "bodrio intelectual" que constituía, a su parecer, dicha sentencia por revelación de secretos. El consejero delegado de Prisa ve "irrisorio" el daño a la privacidad de la publicación de direcciones y el DNI de los afectados, así como "esperpéntico" el fallo del juez. Se declaraba por ello "instigador, cómplice y cooperador" de un crimen que limitaba la libertad de expresión.
Pero además, citaba al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, al respecto de unas declaraciones de éste, un "comentario vulgar respecto a las simpatías políticas o ideológicas de los condenados y la cadena Ser". Decía Cebrián que "el brillo" del dirigente madrileño en el "universo parlamentario" emanaba más "de su afición al fijador" que de otra cosa.
Ahora, el propio Juan José Güemes contesta a Cebrían en una carta dirigida a la sección de Cartas al director del diario, a la que ha tenido acceso este diario y que reproducimos a continuación.
En contestación al Sr. Cebrián:
En contestación a la referencia personal que D. Juan Luis Cebrián me dedica en el libelo que firma en el diario El País, bajo el titulo "ni respeto ni silencio", contesto lo siguiente:
1) Me parece irrisorio que un antiguo director de informativos de Radio Television Española durante la dictadura franquista pretenda dar lecciones de libertad de información.
2) Tan improbable es que yo sea recordado por mi "afición al fijador" -un producto cosmético que no utilizo- como que se recuerde al Sr. Cebrián por su respeto a la verdad y a la justicia.
3) Por lo que sí podría ser recordado el Sr. Cebrián es por el sectarismo, la prepotencia y la torpeza con la que gestiona el Grupo Prisa, que en tan sólo unos meses ha pasado de ser la primera industria del español a estar al borde del abismo".