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Jiménez Losantos y la campaña de Wyoming y el macrobotellón del 23-F en 'La Razón'

23-F hasta en la sopa. La prensa nos empapa de golpe de Estado y mayoritariamente gana el Rey, que sale muy favorecido en la foto.

El País, nostálgico, reproduce en su contraportada su portada del 24 de febrero. "El País, con la Constitución", decía el titular. "¡Viva la Constitución!", decía el editorial. Para actualizar, lleva una encuesta para ver cuántos españoles se acuerdan del 23-F "con nitidez" –hoy todos, como no te metas bajo tierra-. Pues resulta que ahora hay más españoles, un 46%, que tienen un recuerdo "muy claro y vivo" del golpe que en 1991, que sólo se acordaban el 37%. Qué cosas. Debe ser un caso de amnesia recuperada. En el editorial defiende al Rey. "Es asombroso que publicistas y otros contemporáneos que no hicieron nada por oponerse al golpe den pábulo ahora a teorías conspiratorias que consideran inspirador de la intentona a quien la paró". Viva el Rey.

En ABC es Ignacio Camacho el monárquico del día. "Cada aniversario del 23-F sale una pléyade de ventajistas y enterados" pero "treinta años aún son pocos para borrar las huellas de aquella payasada siniestra". Hay "teorías conspiratorias trufadas de conjeturas chismosas". Pero salió mal porque "el Rey mantuvo el tipo con mérito y lucidez que aún le pretenden cuestionar algunos". Viva el Rey.

Para El Mundo el 23-F "es literal y simbólicamente un episodio del siglo pasado", un pasado "que nunca volverá". Según Pedro J. "ahora los medios de comunicación y los protagonistas están haciendo sus propias e interesantes aportaciones a la verdad". Menos proRey, dice "no hay una explicación convincente acerca de las muchas horas" que estuvo meditando hasta que certificó el fracaso del golpe, pero fue porque "no quiso salir hasta no tener controlada la situación". Así que "pocas dudas existen de que se ganó ese día su legitimidad" por mucho que "de forma tal vez frívola e inconsciente alentara los delirios golpistas con su críticas hacia Suárez". Viva el Rey, pero menos.

Jiménez Losantos dedica su columna a Esperanza Aguirre. "Nada odia tanto la izquierda como a Esperanza Aguirre" aclara. "La campaña de Wyoming y otros progres asquerosamente sectarios contra la única que intentó en serio enmendar el desastre de la LOGSE fue una actualización casi perfecta de las técnicas de Münzenberg para ridiculizar y destruir la persona o las ideas del enemigo". Y es que "la izquierda (...) no tiene adversarios sino enemigos. Y desde que arrendó a los titiriteros (...) Aguirre es blanco favorito de sus campañas.". Y da un repaso a las portadas de El País "contra Aguirre y/o junto a Gallardón", al "embustero redomado" de Cobo, a la "ingrata Cospedal" y a Rajoy, instando a Aguirre a marcharse del PP.

La Razón también lleva su encuesta sobre los recuerdos de 23-F pero no le queda nada claro. En portada le sale que "un 60% cree que la sociedad española ha olvidado el golpe de Estado" pero dentro dice que ese 60% cree que NO se ha olvidado. Nos lo expliquen, porfa.

Pero es José Antonio Vera quien cuenta algo realmente interesante de la machacada fecha y aporta un poco de luz sobre lo que pasó. "Los hombres de Tejero" se dedicaron a comer y beber "gratis total" durante 18 horas. Atentos a la lista. "16 cajas de cerveza, 19 de champán, 143 botellas de güisqui y ginebras, 94 de vino, 14 latas de espárragos, 7 de fruta, 14 de mermelada, 4 de bizcochos, 6 de bonito, 12 kilos de chorizo, 9 de jamón, 9 de salchichón, 17 de queso, 26 de naranjas, 9 de plátanos, 21 de manzanas, 15 de peras, 2 de café, 22 barras de pan, 23 cajas de leche y 16 lechugas". Vamos, un botellón en toda regla. Encima se llevaron 5.000 pelas en propinas que había en el bote de los camareros. ¡Qué rey ni qué niño muerto! El golpe fracasó por la tajada que llevaban y fueron a la cárcel por birlar.

En La Gaceta, Carlos Dávila dice que "algunos jetaprogres socialistas que babearon con los golpistas, ahora se atreven a darnos clases de democracia". Pero el editorial me deja estupefacta. Leo con los ojos como platos: "el 23-F contribuyó a hacer expedito el paso por la izquierda que precisaba la recién nacida democracia" y los socialistas "modernizaron España". Eso sí, "malbarataron la oportunidad" y "traicionaron los principios democráticos". Ya me quedo mucho más tranquila.

El joven Público pasa total del 23-F. "Los más respetuosos intentan disimular el tedio cuando el abuelo les cuenta la batallita del frustrado golpe", dice Nativel Preciado, que estuvo allí y lo contó "desde el suelo". No estuvo allí Isaac Rosa, "como los nacidos en democracia no tenemos batallitas de aquel día para que no decaiga el fervor deberían montar un parque temático sobre el golpe: un Congreso de cartón piedra con actores de uniforme y tricornio, donde poder sentirnos por un día héroes de la democracia y decir 'Yo estuve allí'". ¡Vale, vale! y hacemos un casting para ver quién hace de Tejero.

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