Repasando la situación en la que se encontraba el Parlamento como la sociedad en la España del 1981, el 23 F puede considerarse como una vacuna, que sirvió para reconducir la situación y el resto de la transición a la democracia.
Mucho hablar del 23-F, pero el auténtico Golpe de Estado fue el 11-M, y triunfó.
¿Cuantas cafeterías de Madrid tienen un remanente de CIENTO CUARENTA Y TRES botellas de whisky y ginebra, para atender a "incidencias"?
Como bien dice paserifo, ¿cuando se realizó el inventario?. ¿Estaba conforme con el estadillo de entradas y salidas?
Lo del botellón me parece curiosísimo. ¿No es posible que fueran los camareros y los funcionarios del Congreso quienes decidieron escamotear algunas viandas y echar la culpa a la tropa, que, total, ya estaban desahuciados? Lo de los mil duros en propinas es ya propio de una obra de Valle-Inclán.
Cierto, José Antonio Vera cuenta algo muy interesante. Esta descripción coincide con la decisión de no asaltar el congreso, tras consultar el consejo de subsecretarios directamente a un experto psicólogo de la época (poco después Premio Príncipe de Asturias....).
Resumiendo mucho, hizo un análisis de los hábitos cuartelarios que preveía, y esta información confirma. Si pasada una noche no habían tenido éxito y habían pimplado de los suyo, la negociación para entregarse, ya desanimados, sería sencillísima. Así ocurrió.