L D (EFE) La ceremonia la abrió el director general del Libro, Fernando de Lanzas, quien, como secretario del jurado del premio, leyó el acta de concesión del galardón, fallado el 12 de diciembre pasado en el Ministerio de Cultura. A continuación, el Rey impuso a Jiménez Lozano la medalla que acredita al escritor como Premio Cervantes 2002, y le entregó el trofeo realizado para la ocasión.
Tras el aplauso de los numerosos asistentes al acto, entre los que se encuentran, además de los Reyes y del presidente del Gobierno, José María Aznar, la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, y los directores del Instituto Cervantes, Jon Juaristi, y de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, José Jiménez Lozano inició la lectura de su discurso. Jiménez Lozano, que comenzó su alocución, titulada "Palabras y baratijas", dijo que la Corona es también símbolo de España "por la naturaleza y significado mismos de la institución y de su historia, que han estado ligadas a esta empresa de la lengua".
El Rey destacó el mensaje "de mesura, comprensión y de tolerancia" que contiene la obra literaria y periodística de Jiménez Lozano. Se refirió a "la profundidad y claridad" del trabajo periodístico del premiado y la forma en que ha sabido tocar "con el tratamiento más adecuado" los distintos géneros literarios. Asimismo elogió la "valiosa y dilatada obra" y aludió a la "gratitud y admiración" que merece la persona de quien ha ganado este año "el más preciado galardón para los escritores de lengua castellana".
Jiménez Lozano, de 72 años, que había recibido el Premio Nacional de las Letras en 1992 y que está asimismo en posesión del Nacional de la Crítica (1989) por su libro "El grano de maíz rojo", y del Premio Castilla y León de las Letras (1988), fue distinguido con el Cervantes el 12 de diciembre pasado. El Premio , dotado con 90.151 euros, fue instituido por el Ministerio de Cultura en 1975 y con él han sido distinguidos, entre otros escritores, los españoles Jorge Guillén, Gonzalo Torrente Ballester, Camilo José Cela o Francisco Umbral, los argentinos Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato, el cubano Alejo Carpentier, el uruguayo Juan Carlos Onetti, el colombiano Álvaro Mutis, los mexicanos Octavio Paz y Carlos Fuentes, y el peruano Mario Vargas Llosa.
Tras el aplauso de los numerosos asistentes al acto, entre los que se encuentran, además de los Reyes y del presidente del Gobierno, José María Aznar, la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, y los directores del Instituto Cervantes, Jon Juaristi, y de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, José Jiménez Lozano inició la lectura de su discurso. Jiménez Lozano, que comenzó su alocución, titulada "Palabras y baratijas", dijo que la Corona es también símbolo de España "por la naturaleza y significado mismos de la institución y de su historia, que han estado ligadas a esta empresa de la lengua".
El Rey destacó el mensaje "de mesura, comprensión y de tolerancia" que contiene la obra literaria y periodística de Jiménez Lozano. Se refirió a "la profundidad y claridad" del trabajo periodístico del premiado y la forma en que ha sabido tocar "con el tratamiento más adecuado" los distintos géneros literarios. Asimismo elogió la "valiosa y dilatada obra" y aludió a la "gratitud y admiración" que merece la persona de quien ha ganado este año "el más preciado galardón para los escritores de lengua castellana".
Jiménez Lozano, de 72 años, que había recibido el Premio Nacional de las Letras en 1992 y que está asimismo en posesión del Nacional de la Crítica (1989) por su libro "El grano de maíz rojo", y del Premio Castilla y León de las Letras (1988), fue distinguido con el Cervantes el 12 de diciembre pasado. El Premio , dotado con 90.151 euros, fue instituido por el Ministerio de Cultura en 1975 y con él han sido distinguidos, entre otros escritores, los españoles Jorge Guillén, Gonzalo Torrente Ballester, Camilo José Cela o Francisco Umbral, los argentinos Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato, el cubano Alejo Carpentier, el uruguayo Juan Carlos Onetti, el colombiano Álvaro Mutis, los mexicanos Octavio Paz y Carlos Fuentes, y el peruano Mario Vargas Llosa.