Zapatero vuelve a hacer las suyas y ahora le tocan a Patxi López los tortazos. Dice Pedro J. que "los socialistas vascos tienen motivos para estar preocupados" porque Zapatero "les ha dejado fuera de las conversaciones que los ministros Rubalcaba y Blanco están manteniendo con Urkullu y Erkoreka". "Zapatero se enfrenta a una disyuntiva diabólica. Si quiere el apoyo del PNV, indispensable hoy por hoy para agotar su mandato, deberá hacer unas concesiones que dejarán en evidencia al Gobierno vasco, sometiéndolo así al descrédito y a un gran desgaste. Si, por el contrario, no cede, pondría en riesgo su legislatura. Conociendo el instinto de supervivencia que caracteriza al presidente del Gobierno, Patxi López debería ir preparándose para lo peor".
Salvador Sostres vuelve a destrozar a Montilla en su artículo "El último franquista". Entre otras lindezas, dice del presidente de la Generalidad que "guarda el silencio de Franco" ante el anuncio del día de las elecciones catalanas. En una muestra más de la simpatía que le despierta Montilla al columnista, dice que "es el niño que se ducha con calzoncillos después de la clase de gimnasia porque no quiere que sus compañeros vean sus dimensiones mínimas... un tipo que ni ganó las elecciones ni ha sabido cohesionar su Gobierno de perdedores" y "tiene la expresión facial de uno de aquellos edificios de república comunista. Por dentro es igual de siniestro".
El País ve el asunto López desde otra óptica distinta. "López se compromete a ayudar a un acuerdo entre Zapatero y el PNV", dice ignorando el enfado del lehendakari con su jefe. Se ocupa profusamente de la pelea socialista en Madrid y revela que Castro ha pedido perdón a los homosexuales por perseguirles. "Si alguien es responsable, soy yo", pero "en esos momentos no me podía ocupar de ese asunto".
Público está indignado con la reacción del Gobierno tras la paliza a los activistas prosaharahuis. Critica Nativel Preciado que Zapatero dé crédito "a las maquiavélicas explicaciones ofrecidas por el Gobierno de Marruecos" y cree que "una diplomacia verdaderamente firme, inteligente y sensata debe condenar siempre los abusos de poder".
Por cierto que González Pons se luce en una entrevista en la contraportada del diario de Roures en la que declara que de niño era "un empollón asqueroso, un niño limitado por mis gafas, un cuatro ojos sabelotodo", que el color llegó a su vida "con Heidi y la proclamación de Juan Carlos", que "nunca he renunciado a Peter Pan" y que en Madrid puede convertirse en "drag queen, dandi o juerguista". Quién lo iba a decir. ¿Lo sabrá su mujer?
La Razón cuenta que Obama ha redecorado su vida cambiando los muebles del despacho oval e hizo la presentación oficial de la nueva decoración aprovechando la comparecencia en la que anunció a los iraquíes que ahí os quedáis que yo me largo.
Sobre el último incidente en Marruecos no se cree la versión de Mohamed. "El esperpento protagonizado por Moratinos tras la paliza de la policía marroquí a 14 españoles se cerró ayer con un nuevo ridículo". También atiza a CiU por pedir ahora al PNV que no apoye los presupuestos para facilitar el adelanto electoral cuando los catalanes han salvado el cuello a Zapatero una y otra vez. La Razón tiene razón. Hay que tener cara.
ABC se muestra muy optimista con el enfado de López. "Patxi López inicia la rebelión contra Zapatero". Ignacio Camacho le baja del guindo en su columna. "Zapatero no corre por ahora peligro de sufrir un ajuste de cuentas en sus propias filas". "Es prematuro dar por desahuciado a un hombre que si algo ha demostrado en su errático manejo del poder es una asombrosa capacidad para desdoblarse a sí mismo".
La Gaceta se empeña en buscarle parecidos a Miguelín, el "mamoncete" de Zapatero, lo llama Carlos Dávila. "Probablemente, Zapatero lo ha comparado con España porque se la imagina así: balbuceante, mocosa, vulnerable, tan dependiente de la teta del presupuesto... muy grande pero indefensa, es decir, tan fácil de engañar como a un niño".
Y según cuenta El Mundo nunca más veremos a Blanco tras los gruesos cristales de sus gafas porque se va a operar de los ojos. Padece miopía, astigmatismo y presbicia, ahí es nada. Así que va a cambiar su "imagen de empollón". La transformación ya comenzó cuando fue nombrado ministro y dejó de ser Pepiño con "cazadora de sindicalista endomingado" y se convirtió en un "don José bien trajeado y ya con aires de ejecutivo". Y al parecer, también Pajín ha decidido abandonar su "habitual indumentaria de militante del festival de Benicasim", frecuenta un instituto de belleza y recurre a los servicios de una peluquera y una maquilladora. "Los tratamientos han dado su frutos", dice el cronista. Pues yo no lo he apreciado. Tendré que revisarme la vista.