(Libertad Digital) Como bien indica la canción de su amigo Jaime Urrutia, Loquillo puede considerarse "el rey en mantener la raya del pantalón". De esta guisa, enfundado en un impecable traje negro, Loquillo, la rock&roll star española, se ha presentado en La Hora de Federico.
Pero no ha acudido sólo. Junto a él y no por ello menos importante, su amigo y compañero de viaje Sabino Méndez. Una década juntos pero 17 años separados, han sido entrevistados por primera vez en 20 años por Federico Jiménez Losantos.
Los tres han rememorado su querida Barcelona de finales de los años 70. Fue en ese escenario, donde convivían prácticamente todas las tendencias y estilos, donde Loquillo y Sabino se conocieron. "Quería venderme unos cómics", ha contado Loquillo. "Era una época bonita. Barcelona era la ciudad de la libertad, alejada del oficialismo de Madrid", ha rememorado Sabino Méndez.
Loquillo y Sabino han repasado sus comienzos con los Intocables hasta acabar en Loquillo y los Trogloditas, cuyo nombre –ha explicado Méndez– es fruto de una mezcolanza de cosas, entre ellas "los bares de Barcelona: subterráneos y con mucha roña". En seguida probaron las mieles del éxito, firmando a principios de los 80 los primeros contratos con compañías multinacionales. Es en ese momento cuando empieza la vida del rock&roll star, ha explicado Méndez. "Daba igual dormir o no, lo importante era girar. Nos creíamos la vida del rock&roll en toda su esencia".
Preguntado por Jiménez Losantos por su gran tema Cuando fuimos los mejores, Loquillo ha sacado a relucir su chulería: ¿Es verdad que los bares de Barcelona no se cerraban para vosotros? "Los bares no se cerraban para nosotros en toda España".
A finales de los 80, Sabino quiso pisar el freno. "Era una vida muy exagerada". Quien no bebía se drogaba. El propio Sabino Méndez, ha explicado, cayó en la heroína durante unos años. "Desintoxicarse en un panorama así era imposible". A pesar de ello, "todo el mundo quería seguir con esa locura suicida", recuerda Sabino.
El panorama de libertad en Barcelona se fue extinguiendo y se trasladó a Madrid, famosos años de la Movida, donde el "vacío de poder permitió crear una caja de resonancia". El que fuera alcalde socialista de Madrid en aquellos años no se ha librado de la crítica. "Tierno era un personaje, igual que Loquillo o Alaska", pero estos últimos –señaló Sabino– "son honrados porque dicen, vamos a crear un personaje".
Losantos también se ha interesado por la faceta de columnista en La Razón de Sabino Méndez. "Escribo en La Razón y en El País. Me guío por la libertad, yo voy a decir lo que quiera". Y Loquillo ha añadido: "la gente me dice: ahora has vuelto con éste que está escribiendo en La Razón. Yo me río mucho". Sin embargo, Barcelona ya no es la ciudad que fue. "Desde hace dos o tres décadas la libertad viene desde Madrid".
Juntos, ilusionados y con nuevos proyectos –Loquillo prepara nuevo disco dedicado al poeta Luis Alberto de Cuenca, así como distintos libros, y Sabino también volcado en la escritura–han prometido volver a La Hora de Federico cuando presenten su nuevo trabajo en común que no tardará en llegar.