El País titula: "La ley del aborto arranca con el boicoteo de Gobiernos de PP y UPN". El diario de Prisa aprovecha para volver a cuestionar la autoridad de Rajoy a manos de Carlos E. Cué, que dice que son los barones del PP los que hacen oposición.
Público también está que trina porque el PP se opone a la ley del aborto y el titular se parece mucho a su pariente mal avenido de Prisa. "Boicot del PP a la nueva normativa del aborto". Lo que pasa es que me hago un lío con este periódico, porque la semana pasada defendía a capa y espada que los huelguistas del Metro se saltaran la ley de los servicios mínimos y hoy resulta que las leyes son sagradas. Incluso a Manuel Rico le parece "antisistema" decir que "no hay razones para acatar la ley". Pues es verdad, es antisistema no cumplir la ley y aplaudir a quien se la salta. ¿Será una rectificación encubierta?
El Mundo abre con la gracieta de Zapatero con el fútbol y Alemania. "Mientras el presidente del Gobierno bromea con el recorte del diferencial deportivo, nuestra prima de riesgo respecto al bono alemán se dispara". No obstante, rebaja el tono de la crítica en un breve editorial y le parece una "salida simpática" del presidente. Pues yo creo que o lo tenía preparado o las dos tardes de Sevilla le vinieron de perlas. ¿Quién puede hacer un chiste con la palabra diferencial sin pasarse la noche en blanco?
Fernando Sánchez Dragó se pregunta en su columna: "¿Qué es ser facha?". Se agradece que alguien lo defina. A algunos les sale con mucha soltura el calificativo. Dice Dragó que facha es "todo el que imponga sus ideas no con las armas de la razón, sino con la dialéctica de las pistolas". "Fachas son quienes llaman fachas al prójimo". "Fachas son los que insultaron a Aznar en Oviedo y a Rosa Díez e Barcelona". "Fachas fueron Lenin, Stalin, Mao, Hitler, Trotsky, los comunistas. "Fachas son los nacionalistas, con zeta de nazis, fachas son los sindicalistas criados a los pechos del Caudillo"... nombra muchos más fachas que para muestra bien vale un botón.
En ABC, Teresa Jiménez Becerril pone los puntos sobre las íes al run run sobre ETA que suena últimamente en un breve pero contundente artículo. "Que el etarra Urrusolo... diga que la lucha armada tenía que haber acabado hace años es no sólo una ofensa a los familiares de los que asesinó, sino a la sociedad española. Que Usabiaga se nos presente como una caperucita que va a cuidar a su abuelita con la ayuda de quines deberían protegernos de él es una tomadura de pelo. Que el presidente de los socialistas vascos siga proclamando la buena nueva del nacimiento de una ETA buena sin que nadie de su partido lo desautorice seriamente en una vergüenza. Que ETA esté montando su propia organización de víctimas con idea de equiparlas a las que ha provocado es preocupante". Y considera todo esto un "escenario montado por Zapatero".
La Gaceta da un toquecillo a cuenta de... a ver, adivinen. De Bono, bingo. Reprocha a Pedro J. que en "sólo tres meses ha pasado de defender la honradez del presidente del Congreso a poner en entredicho su labor al frente de la Junta de Castilla-La Mancha" y le restriega aquel famoso titular: "A Bono sí le salen las cuentas". Ahora "recula" insiste. Que rectificar es de sabios, hombre, no hay que ponerse así.
La Razón se vuelca con Cuba y Fariñas y le dedica la portada, la primera plana, tres páginas y el editorial. Muy loable y estamos de acuerdo en todo.
Y a Rosa Montero le ha atacado el síndrome denominado estoy harta de fútbol. Cree que hay un gen, el de la "horda febril... que hace que padezcamos una irrefrenable tendencia a arremolinarnos jactanciosamente en torno a pedazos de trapos que llamamos banderas". Compara lo que está sucediendo en el Mundial con las guerras, con el "sectarismo político" con "los linchamientos" y se lleva las manos a la cabeza. "Por todos los santos, la muerte por hambre del cubano Fariñas nos deja fríos", constata con razón. "El caso es que lo entiendo", dice. "Yo también noto ese ciego calor en el estómago cuando se agitan las banderas. Es el maldito gen de horda febril. Que lo encuentren, por favor. Y que nos lo extirpen". Aguanta, Rosa, aguanta, sólo quedan cinco días.