L D (Agencias) Así, se esperaba que los juguetes de plástico viajaran por canales internos dentro del hielo y terminaran resurgiendo en alguna parte del mar, pero hasta el momento nadie los ha visto. "No hemos escuchado nada de ellos todavía. Si alguien encuentra uno, sería un gran avance para nosotros", afirmó Alberto Behar, uno de los responsables del experimento.
Además, uno de los exploradores de grietas, armado con una antena y un GPS, fue lanzado como los patos con la esperanza de encontrarlo más tarde en otro destino, pero al igual que sus colegas de plástico todavía no ha dado señales de vida, según explica la BBC y recoge Europa Press.
Las grietas tubulares o hoyos que aparecen en la superficie glaciar de Groenlandia pueden drenar lagos de agua derretida que se forman sobre el hielo durante los meses de verano. En este sentido, los científicos quieren saber cómo y hasta qué punto este agua puede lubricar la base de la superficie glaciar, deslizando el hielo más rápido hacia el mar.
De hecho, en los últimos años se ha doblado la velocidad en que se mueven los glaciares de desbordamiento (lenguas de hielo que se extienden lejos de la superficie central debido al movimiento descendente del hielo desde las zonas montañosas heladas hacia el agua circundante). Además, estos glaciares son la principal ruta por la que Groenlandia derrama su hielo al mar.
Por otro lado, si el empleo de patos de goma parece algo rudimentario, Behar también ha desarrollado un explorador de grietas glaciares con una cámara atada a una soga y en la que gradualmente mejoró su diseño, para poder moverse más fácilmente entre las aguas.
"Nosotros hemos comprobado que estas grietas son muy complejas, no son sólo un hoyo que viaja hasta las profundidades y crea un tubo de salida en alguna dirección. Son etapas de una escalera que desciende mientras brechas en el hielo conducen el agua en varios sentidos para luego volver a juntarla", explicó el científico.