L D (EFE) El ministro afgano Contra-Narcóticos, el general Khodaidad, admitió que ha habido algunos fallos a la hora de combatir los cultivos de droga en el sur del país, donde según Naciones Unidas se concentra la mayor parte de la producción de adormidera, la planta de la que se obtienen el opio y la heroína.
Naciones Unidas, en un informe difundido este lunes, advirtió de que este año Afganistán ha tenido una cosecha récord en sus cultivos de adormidera, que ocupan una cantidad de terreno "mayor que el conjunto de tierras empleadas en América Latina para el cultivo de coca". Según el estudio, la cosecha total de opio afgano será en 2007 de 8.200 toneladas, un 34 por ciento más que en 2006.
Ante esta situación, Khodaidad aseguró que Kabul tiene intención de "premiar a las trece provincias afganas que no tienen cultivos de adormidera y castigar a las provincias en las que la producción ha aumentado", entre ellas la inestable Helmand, frecuente campo de batalla entre los talibanes y las tropas internacionales.
El ministro afirmó, además, que el Gobierno pretende sustituir a los gobernadores y otras autoridades que han permitido que sus provincias se conviertan en centros de adormidera, y añadió que esta misma semana se darán a conocer algunos nombres de altos cargos que no han trabajado contra la erradicación.
El Gobierno, según Khodaidad, "está trabajando en 1.200 casos" de personas presuntamente implicadas de algún modo en redes de narcotráfico, de las que cerca de 700 están ya en prisión, "algunas de ellas condenadas hasta a 16 años de cárcel".
Preguntado por la posibilidad de que Kabul tenga intención de utilizar la fumigación terrestre o aérea para acabar con los cultivos, el responsable contra el narcotráfico precisó que el Gobierno "estudia" la cuestión y sus efectos secundarios, y "sólo entonces decidirá". Mientras tanto, añadió, no hay planes de fumigar los cultivos, que se calculan en 193.000 hectáreas, un 17 por ciento más que la superficie utilizada el año pasado.
Por su parte, el director ejecutivo de la ONUDD, el italiano Antonio María Costa, que es también el máximo jefe de esta oficina de Naciones Unidas en Viena, instó a las autoridades afganas a reforzar la lucha contra la droga, aunque reconoció que es necesaria la cooperación de la comunidad internacional.
Costa insistió, en la conferencia de prensa en Kabul, en que "todos los Estados miembros" de Naciones Unidas "pueden nutrir con nombres" de narcotraficantes la lista que, prevista en la resolución 1735 del Consejo de Seguridad, permite confiscar sus bienes, prohibir sus viajes y facilitar la extradición.
El año pasado, la producción de opio en Afganistán reportó unos beneficios de cerca de 3.100 millones de dólares, según calculó entonces la ONUDD. De esa cantidad, sólo 760 millones de dólares fueron para los propios cosechadores, mientras que el resto se lo repartieron talibanes, contrabandistas y funcionarios corruptos.