(Libertad Digital) La Federación Nacional de Regantes se opone al sistema de desaladoras alegando que son totalmente inviables debido a la subida de las tarifas eléctricas. Y es que el aumento del seis por ciento anunciado por el Gobierno hace que este sistema que antes era "necesario en el caso del regadío para casos muy puntuales", ahora sea imposible para los agricultores.
Según asegura el diario ABC, aunque "el usuario principal del agua desalinizada ha sido, tradicionalmente, el abastecimiento público", el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero quería utilizarla para la agricultura. Pero esta posibilidad ha sido descartada por los regantes. Éstos ponen como ejemplo la desaladora de Carboneras que está "infrautilizada por el excesivo coste que debe afrontar el agricultor que pretenda utilizar esa agua para sus cultivos, y por ello se ofreció al Gobierno catalán para llevar agua de allí en barcos para abastecer a la población del área metropolitana de Barcelona".
Otro frente de conflicto entre Gobierno y regantes es el de la modernización de los regadíos. Aunque todo está relacionado porque cambiar estos sistemas ahorra agua pero aumenta igualmente los costes energéticos. Y es que los agricultores se encuentran con el problema que "los cultivos con menos necesidad de agua, que son el futuro, tienen una mayor necesidad de energía. Y aquí se fomenta la vuelta atrás, el riego de superficie, sin coste energético".