L D (EFE) La boda, que se celebró siguiendo el rito luterano, duró una hora y fue oficiada por el obispo de Copenhague, Eik Normann Svendsen. Al enlace asistieron 800 invitados, incluidos miembros de 23 casas reales, entre los que se encontraban la reina Sofía de España, el príncipe Felipe y su prometida, Letizia Ortiz, así como los duques de Lugo y de Palma.
El novio llegó media hora antes que su prometida, a las tres y media de la tarde (13,30 GMT), vestido de almirante y acompañado por su hermano el príncipe Joaquín. La novia, vestida con un traje del diseñador danés Uffe Frank, llegó acompañada por su padre, John Donaldson, vestido con la falda tradicional escocesa.
Letizia Ortiz llamó la atención por sus elegantes y vistosos modelos en los actos. La futura princesa de Asturias fue una de las invitadas que más gritos y comentarios de admiración consechó al llegar a la catedral de Nuestra Señora de Copenhague. La novia del Príncipe no defraudó al público y a los seguidores de las casas reales.
La prometida de Don Felipe lució para la ocasión un modelo entallado en color rojo del diseñador español Lorenzo Caprile y zapatos de la diseñadora alicantina Pura López. Se trata de un traje largo de gran gala, según han señalado a Europa Press en el taller del diseñador, con original juego de drapeados en el escote y la espalda. Está realizado en creppé sattin y tul de seda natural. Todos los tejidos, por expreso deseo de Doña Letizia, son españoles y proceden de la firma textil madrileña 'José María Ruíz'.
La prometida de Don Felipe lució también un soberbio aderezo de brillantes y rubíes compuesto por pendientes y broches Art Decó cedidos para la ocasión por la Reina Doña Sofía. Los zapatos de la diseñadora alicantina están realizados en el mismo creppe sattín del vestido y son de horma clásica con un tacón de diez centímetros. La puntera es cerrada y fruncida y están abiertos en el talón. En cuanto al bolso con el que complementa el modelo, está realizado con canutillos de cristal, una auténtica pieza de museo de principios del siglo XX.
La Reina Doña Sofía, por su parte, lucía un vestido largo en color gris antracita y chal a juego. La Infanta Doña Elena se decidió por la combinación del rojo y el rosa para su modelo. La Infanta Cristina se decantó para su vestido por el diseñador Jesús del Pozo.
Para el espectáculo ofrecido en honor de los novios en la noche del jueves, Doña Letizia eligió también un modelo del Caprile de corpiño brocado con los hombros al aire y falda larga ceñida de gasa roja con pliegue por detrás y unos zapatos firmados también por Pura López realizados en la misma tela.