Zapatero dio ayer un golpe encima de la mesa para que le dejen en paz de una vez dentro de su partido olvidándose de que él mismo se puso a tiro en la copichuela de Navidad.
Dice David Gistau en El Mundo que los socialistas cometieron el "error" de "sobractuar el elogio y el apoyo a Zapatero" dando la sensación de que "necesita socorros y carantoñas demasiado explícitos". Jiménez Losantos opina que después de tres días "de acoso y derribo, de absoluto desprecio, Blanco y Chaves han salido en defensa de Zapatero", los mismos que "lo han humillado". Dice que los socialistas están "empujando" a Zapatero a Yuste, el monasterio. Y es que "es el sino" de los dirigentes del PSOE "que deben quitarse de en medio y asumir las culpas de la tribu". En resumen, "el amoroso abrazo del oso. Vete y chitón".
Y Casimiro García Abadillo ve una "conjura" y una "cacería" contra Zapatero liderada por Rubalcaba y no ve tan mal al presidente. "Está impulsando las reformas y asume un papel personal en ellas muy relevante", dice. Pero "hay demasiada gente, y no precisamente del PP, que quiere dar ya por amortizado al presidente. La potente operación Rubalcaba está en marcha". Eso sí, advierte a los socialistas de que Zapatero es como "el Ave Fénix y puede resurgir de sus cenizas". Y entonces que Dios ampare a los conjurados.
Lleva hoy el diario de Pedro J. la segunda parte de la entrevista a Rajoy en la que dice que "necesitamos un gobierno respetable". La leche, qué declaración tan aclaratoria. Hay otro titular aún mejor: "Quiero sumar a los españoles a un proyecto político de cambio". Fenómeno. Y Pedro J. aclara que Rajoy "no es partidario de la vía directa de cambiar la Constitución pero sí de este camino indirecto que supone establecer leyes básicas que armonicen y unifiquen materias". O sea, nada. "El estribillo de Rajoy suena bien, aunque le falta algunos detalles a la letra", dice Pedro J. Y es que Rajoy prefiere prescindir de esos detalles por "temor a ofrecer aristas polémicas que le lleven a perder votos". Rajoy en estado puro.
La Gaceta , con una muy malintencionada foto de Zapatero, dice que en el PSOE están indignados por las filtraciones sobre su sucesión y cabreadísimos con el entorno de Rubalcaba. Por eso, este fin de semana le dijeron que se "airease poco" por Zaragoza. Y cuenta que a Jáuregui le cayó un broncón de no te menees por la filtración. "El patio socialista está tan revolucionado con la sucesión de Zapatero que al presidente no le quedó mas remedio que recoger el guante" y pedir "a la jaula de grillos en la que se ha convertido el partido" que se callaran todos.
En ABC, es José María Carrascal quien le toca las narices a Zapatero. "A juzgar por los elogios, loas, ditirambos y panegíricos dedicados a Zapatero" desde su partido "tendría que estar muerto y bien muerto". El "piropo de Blanco" –'no conozco a otro socialista mejor'- sonó a "responso" y el de Marcelino Iglesias –'tienes nuestro apoyo para las elecciones de 2012'- "a cachondeo".
La sorpresa la da El País. Tras semanas dando cera a Zapatero para que se vaya y deje a Rubalcaba y hoy es el periódico que menos espacio dedica a la entretenidísima convención de Zaragoza. Dice que "Zapatero exige a su partido que deje de hablar de la sucesión", que "ahora no toca". Pero da la puntillita. Eso sí, muy modositos. "En el ambiente permanece la idea de que, si él diera un paso atrás, todo el partido o su gran mayoría, miraría a Rubalcaba".
Pero como hay que aplazar la operación Rubalcaba al poder, El País se dedica a Gürtel con uno de esos informes policiales que siempre llegan a manos de Prisa, aunque a mí este me suena. Descubre "vínculos" entre la trama y Agag. ¡No!, dirán, pues sí, pues sí. Y mucho más. ¡El líder de la trama (o sea, Correa) fue testigo de la boda de la hija de Aznar en El Escorial! Eso sí que son noticias fresquitas, sí señor.
Y en Público están muy contentos, felices diría yo, por la reaparición de Zapatero. Le dedican más elogios que Blanco y Marcelino Iglesias juntos. Zapatero demostró "que es un muerto que está vivo y coleando" y los barones "regresaron a sus territorios rearmados políticamente y con moral de combate". Eso lo consiguió Zapatero él solito y con el "poder de la palabra. Logró invertir la tendencia anímica de su partido".
La guinda del día la pone como siempre el moderado Manuel Saco, que rememora con nostalgia la noche del 13-M (la del pásalo). "Nos convocaron ante la sede del PP (...) con el fin de quitar de la cabeza del Gobierno de Aznar la idea golpista de suspender las elecciones". Suponemos que mañana publicará las pruebas.