El jurado del premio, integrado por Alberto Blecua, Pere Gimferrer, Juan Marsé, Carmen Posadas, Antonio Prieto, Carlos Pujol, Rosa Regás y Manuel Lombardero -secretario-, decidirán este sábado el ganador y el finalista en la tradicional velada literaria, que en esta ocasión estará presidida por los Duques de Palma.
Juan Marsé ha señalado que "mi opinión personal de las obras que me han llegado como finalistas es que el nivel es bajo y en algunos tramos incluso subterráneo". El escritor ha aclarado que sus opiniones son "totalmente personales, respeto el criterio y la opinión del portavoz del jurado, Carles Pujol, pero a veces no pueden coincidir". Para Marsé "hay alguna novela que promete en sus planteamientos, pero que finalmente se acaba frustrando y no tiene una buena resolución", pero como el premio no se puede declarar desierto, "al final tenemos que votar la menos mala".
En contraste con la polémica del jurado del premio de novela Torrevieja, en el que el presidente del jurado, José Manuel Caballero Bonald, criticó "ideológicamente" la novela ganadora de César Vidal “Los hijos de la luz”, Marsé ha dicho que no entra "ni en la valoración comercial, ni en la ideológica, porque no hay ninguna interpretación de la historia de la que tengamos que salir en defensa", algo en lo que ha coincidido con la también jurado Rosa Regás.
La directora de la Biblioteca Nacional ha asumido que "no es el año en el que la calidad está más alta, pero al contrario que Marsé yo sí que veo una novela bastante original y que a mí me ha gustado". Carmen Posadas, que ha coincidido en parecidos términos con la valoración de Regás sobre el descenso de la calidad, ha indicado que "entre las novelas finalistas creo reconocer una obra latinoamericana, que incluso, por la forma de escribir, diría que es de un autor argentino rioplantense".
El presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, ha apuntado que "como editor nunca juzgaré ideológicamente las novelas y me parece peligroso -ha añadido- que un jurado lo haga, porque sus miembros deben sólo juzgar literariamente las obras". A juicio del editor, las críticas de Caballero Bonald "me parecieron poco afortunadas" y cree que "fueron fruto del fragor y la tensión de la reunión del jurado".