(Libertad Digital) Estaba con uno de sus hijos en el coche y paró a echar gasolina. El "chiquillo", como el propio Neira le llamó este jueves, quería una coca-cola y por eso entraron en un hotel cercano a la gasolinera. Allí, se encontró con una estampa que cambiaría el rumbo de su vida, un hombre maltrataba a su mujer en medio del hall del establecimiento.
Jesús Neira, todavía en pleno proceso de recuperación tras pasar varios meses en coma, y su mujer, Isabel Cepeda, estuvieron este jueves con Federico Jiménez Losantos en La Hora de Federico, que emite todas las semanas Libertad Digital TV.
"Volvería a hacer lo que hice". Con esta respuesta tan directa, el profesor universitario dejó claro que no se arrepiente de haber salvado a la vida a la mujer que era maltratada por su marido. Preguntado sobre si cree que actuó así por la influencia de la educación que recibió, su respuesta fue clara: "Me educaron en valores, en saber distinguir el bien del mal".
Sobre su experiencia traumática que le puso al borde de la muerte, no guarda recuerdos. "No tengo recuerdo de la experiencia". Según dijo, tenía algún vago recuerdo de cuatro hombres vestidos de blanco –en alusión a los médicos que le atendieron– que le estaban hablando y de cómo podía seguir sin problemas las conversaciones. Sobre el coma, señaló: "No recuerdo nada".
A su juicio, los hospitales de la sanidad madrileña tienen una máquinas fabulosas, pero, "creo que en mi caso hubo mala praxis médica". "Yo les decía a los médicos que estaba anticoagulado y que tenía un fuerte hematoma en el cráneo, porque por la cara también está el craneo, pero creo que no escuchaba lo que le decía", dijo. Su mujer apuntó un dato revelador sobre los días que pasó en su casa antes del ingreso definitivo en el hospital: "Cada día estaba peor, por eso fuimos tres veces al hospital. A él no le gustan nada los hospitales, no le gusta ir, y él quería ir por iniciativa propia porque sabía que estaba mal".
Neirá se mostró partidario de un endurecimiento de la penas para los maltratadores y de un mejor funcionamiento de la justicia y volvió a justificar su actuación: "Lo que se pueda hacer para evitar el sufrimiento de una persona se debe hacer".
Preguntada por Jiménez Losantos, Isabel Cepeda no dudó en contar qué se siente al estar casado con un héroe. "No consuela el sufrimiento pasado, pero rodearse de tanto cariño ayuda. Se siente un gran orgullo". Además, contó cómo afecto el suceso a la vida familiar. "Hay un desajuste familiar, porque lo prioritario en ese momento era atender a Jesús, pero también había que estar pendiente de los colegios, el trabajo, los hijos... Era difícil compaginar los dos ritmos".
El profesor universitario recordó que se despertó preocupado por su hijo, "que era un chiquillo", porque presenció todos los hechos que acontecieron en el hotel de Majadahonda. "Si Alejandro no hubiese intervenido, le hubiese matado", puntualizó Cepeda.
Por último, Jesús Neira se mostró deseoso de poder volver a su vida normal. "Estoy deseando volver a las clases, a mis colaboraciones con los medios de comunicación", dijo. Incluso, su mujer cuántificó en términos de una gran ciudad los deseos de su marido: "Hasta tiene ganas de meterse en un atasco".