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Nueva fuga en Sevilla: se escapa del juzgado en taxi y rodeado de policías

Primero se fugaron dos presos de la cárcel de Sevilla 2 y ahora otro recluso ha conseguido escapar de los Juzgados de Sevilla. Éste fingió estar enfermo y aprovecho para escapar a pesar de estar rodeado de policías. Incluso, logró coger un taxi para alejarse tranquilamente.

Tras la fuga ocurrida el jueves de la semana pasada en Sevilla en la que dos presos escaparon de la prisión Sevilla 2, se ha sabido que el pasado martes cuando un detenido iba a ingresar en prisión y esperaba el traslado en los Juzgados de Sevilla, se fugó empujando a dos policías que le custodiaban fingiendo, al parecer, una crisis de ansiedad tras lo cual se precipitó a coger un taxi, cosa que consiguió, burlando toda la vigilancia.

El preso, un joven de diecinueve años con cuatro acusaciones previas por robos con fuerza, cometidos entre junio y septiembre del pasado año, tenía una orden de detención dictada por el Juzgado de Instrucción número 5 por una incomparecencia anterior, al parecer relacionada con otro robo. Según El País, queda en entredicho la labor de custodia de la policía.

El juzgado que se encontraba de guardia (el de Instrucción número 3 de Sevilla) ordenó su traslado a prisión en la tarde noche del martes. Entonces el detenido fingió un ataque de ansiedad que originó la visita del forense que aconsejó usar una ambulancia para trasladarlo y hacer un examen detallado.

Dada su supuesta enfermedad, los policías le quitaron las esposas. En ese momento, sin que sepa si estaban compinchados o no, un segundo preso montó un alboroto que motivó que uno de los policías que custodiaban al primero se dirigiera hacia él. Justo en ese momento, el preso que decía estar enfermo empujó al segundo policía, que cayó al suelo, y se libró de su vigilancia.

Además, logró eludir el intento de retenerle de otros dos policías y de dos o tres guardias civiles que siempre están en la puerta del Juzgado de Guardia. Según cuenta ABC, llegó incluso a tener la sangre fría de fingir que no huía simulando tranquilidad al pasar por la puerta en la que se esperaba la llegada de la ambulancia.

Entonces comenzó a correr, y lo hizo a mucha mayor velocidad que sus perseguidores, y por si fuera poco, estos, inexplicablemente, corrieron, mucho menos que el preso y en la dirección contraria a la que había tomado el fugado. Por ello, el delincuente se fue hacia la plaza de España y en la avenida de Carlos V pudo coger un taxi sin problemas. Fue un testigo el que advirtió a los policías de que había cogido un taxi y dónde, porque estos habían perdido su rastro.

Esto ocurre en una Sevilla conmocionada por la fuga de la cárcel Sevilla 1 de dos presos, uno muy peligroso. Según El País, "la custodia de los delincuentes ha vuelto a fallar de manera imprevista." Primero, porque los agentes le quitaron las esposas tras el fingimiento de un ataque de ansiedad. Segundo, porque uno de los agentes dejó la vigilancia para atender a otro detenido.

Tercero, la preparación física del preso era mucho mejor que la de los agentes que le perseguían hasta el punto de que le perdieron de vista. A pesar de que los dos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana no superan los 40 años, les fue imposible retener al delincuente. Un instructor ya ha abierto un expediente a los policías para decidir si existe responsabilidad disciplinaria.

Sin embargo, fuentes sindicales censuraron el gran número de detenidos que esa tarde debían atender sólo dos policías, aunque no especificaron la cifra. Esta fuga se suma a los casos espinosos preñados de irregularidades que la policía sevillana afronta este año, entre los que sobresale el robo de 100 kilos de droga en la Jefatura Superior y cómo no, la falta de eficacia demostrada en el caso Marta. 

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