¡Nino, nino, nino, uuuu, uuuu! Rubalcaba y Cándido Conde Pumpido montaron ayer uno de esos circos hollywodianos que tanto les gustan para detener al peligroso forajido y presidente de la Diputación de Alicante, Joaquín Ripoll –del PP, claro-. Cientos de polis se presentaron en su casa y se lo llevaron a la trena a pasar el día.
Dividamos la noticia en función al arco parlamentario.
A El Mundo no le convence nada la operación Ripoll: "La Policía detiene al líder del PP de Alicante durante 12 horas". Dice este periódico que "lo que sucedió ayer suscita una serie de importantes incógnitas que Rubalcaba debería aclarar hoy mismo. ¿Informó previamente el ministro a Rajoy de la operación? ¿Por qué se le dijo a Ripoll que estaba arrestado? ¿Había una orden judicial para detenerle? ¿De qué cargos se le acusa? ¿Quién decidió ponerle en libertad? ¿Supervisó el juzgado de Orihuela competente la actuación policial? Un dirigente político de relevancia sólo puede ser detenido en delito flagrante o por orden judicial", opina.
La Razón tampoco se fía de Pumpido: "Anticorrupción lanza otra ofensiva mediática contra el PP valenciano" y resalta que estuvo arrestado 12 horas para declarar 10 minutos. "De nuevo, un dirigente del PP ha sido objeto de una operación mediático-policial ordenada por la Fiscalía Anticorrupción a una hora intempestiva". Por "intempestiva" entiende las cinco de la mañana. Pues sí, es verdad que buena hora no es para que le detengan a uno. Sobre todo si va a estar en casa un poquito más tarde.
ABC también critica las especiales maneras de Rubalcaba. "El presidente del PP de Alicante, envuelto en un show mediático para sólo declarar diez minutos". "La actuación de la Fiscalía Anticorrupción reabre el debate sobre la persecución oportunista a cargos públicos con el riesgo añadido de que sospechas de infracciones que no siempre se convierten en pruebas prejuzguen conductas y causen perjuicios personales y políticos de difícil reparación".
Pone a caldo a Zapatero en el editorial por la presidencia europea. Dice que ha sido "criticado sin contemplaciones" y cree que "ya era imposible seguir disimulando la ausencia de ideas, la falta de liderazgo y de capacidad para entender los problemas a los que se enfrenta Europa y que en España han sido precisamente causados por su desastrosa gestión".
En el otro lado de la política española, la que manda, El País rebosa felicidad y en sus páginas ya no aparecen esos detallitos tontos de la peli de Rubalcaba. "La policía destapa en Alicante otra trama de corrupción ligada al PP". "Nuevo escándalo de corrupción ligada al PP". También revela El País la única reacción de Rajoy al ser preguntado por el asunto."Qué calorcillo", dijo. Eso, contundencia, que se note quién manda. ¡Presidente, presidente!
Moncho Alpuente escribe un artículo contra Esperanza Aguirre, de la que dice que "cuando pronuncia la palabra sindicalista lo hace sempre entre dientes y cruzando los dedos" -¿por qué será?- y se duele de Zapatero, que "oficia de payaso de las bofetadas en todas las pisatas de nuestro circo nacional y de parte del extranjero".
Público se lanza y hace un juego de palabras en el titular. "La basura salpica al PP valenciano". La noticia está redactada en espanvalenciá. ¡Qué lío de lenguas, por Dios! "Detenido durante 12 horas el presidente de la Diputació d'Alacant". ¿Por qué presidente y no president? ¿y si es presidente, por qué diputació y Alacant y no diputación y Alicante? ¿y por qué en páginas interiores la diputació vuelve a ser diputación, pero Alicante sigue siendo Alacant (en la página 2) que transmuta en "presidente de la Diputación de Alicante" (en la página 3).
Y al final resumo en titulares la noticia realmente importante del día. El fútbol. El Mundo: "España unida". El País: "La mejor España reta a la máquina alemana". Público: "Furia Roja". ABC: "Elegidos para hacer gloria". La Razón: "El duelo final". La Gaceta: "Del Bosque sólo duda entre los Fernandos". ¿Quién dijo que éste es un país dividido?