Menú

'Público' y 'El País' ingresan en "la caverna mediática" y Serrat, el "quemaconventos"

Jiménez Losantos incluye a Zapatero en la lista de ilustres filósofos y El País analiza la sangre de Joan Manuel Serrat.

Esperanza Aguirre le da munición a los periódicos de izquierdas por su genialidad con los liberados. El País habla de "guerra" y recuerda con cariño a Güemes, al que llama "el belicoso" por sus conocidos y entrañables encontronazos con los sindicatos. Público va más allá: "Ataque a los derechos de los trabajadores", dice. Y revela que los sindicatos no se han tomado nada bien la propuesta aguirrista y han dado una "contundente respuesta". Jesús Maraña dice que "la tendencia de esta temporada otoño-invierno consiste en atizar a los sindicatos sin contemplación" y que Aguirre usa "la demagogia para conectar con esa parte del electorado que identifica sindicalismo con holgazanería" –que son muchos–, pero lo que en realidad pretende es "colocar los focos mediáticos lejos del caso Gürtel, del deterioro de la sanidad o de la educación, de las tropelías urbanísticas" que es lo que más preocupa a los ciudadanos y no esas boberías de que estoy en el paro, se me acaba el desempleo, no hay manera de encontrar trabajo y además no llego a fin de mes. ¿A quién le importan esas pequeñeces teniendo un Gürtel delante?

El Mundo revela que el Gobierno no suelta prenda sobre el número de liberados. "Parece que el Ejecutivo quiere elevar ese dato al mismo nivel de opacidad que los papeles del Cesid o el análisis de los explosivos del 11-M y convertirlo en secreto de Estado". "Los ciudadanos tienen derecho a saber cuántos recursos destina el sector publico a los sindicalistas que cobran sin trabajar y negarse a aceptar ningún recorte social mientras exista este gasto superfluo". "Antes de llevar a cabo ese impuesto sobre los pobres o debatir uno nuevo sobre los ricos urge dejar de pagar el impuesto para los vagos que nos cobran los sindicatos". Pues sí, Público tiene razón. Hay algunos que identifican sindicatos con holgazanes. ¡Qué tremenda injusticia!

Jiménez Losantos llama a Zapatero "Zapatágoras", por esa manía que tiene el presidente de inventarse nuevas definiciones. "Zapatero ilumina su advertencia de que cambiar el nombre de las cosas cambia las cosas mismas". "Apliquemos el Teorema de Oslo a los muertos, que no hacen cola en el INEM. ¿Acaso son muertos los muertos? No. Son vivos en reflexión celular y mutación óptica. ¿Y un bebé cualquiera, por ejemplo el recién anunciado de Pe y Bar? ¿Es un bebé ? En absoluto. Es un adulto que trabaja su estructura para adaptarla al tiempo-espacio de la contemporaneidad. ¿Y qué es un adolescente? Pues otro adulto pero en estado de precipitación. ¿Es viejo un viejo, vieja una vieja? ¡No seamos superficiales! Son bebés actualizando su Sein y su Zeit (Heidegger) para adaptarlo a la fase de reflexión celular?".

En La Gaceta, Javier Algarra cree que "ya va siendo hora de que las centrales se financien con las cuotas de sus afiliados y que no nos obliguen a los demás a costear sus juergas. Por cierto ¿alguien sabe cuántos afiliados tienen los sindicatos UGT y CCOO? Sin duda alguna, es el secreto mejor guardado después de la fórmula de la Coca Cola". "Y no hablemos de los liberados sindicales, esos empleados que cobran por no trabajar y a los que no se puede despedir por muchas jaimitadas que hagan. Bravo por Esperanza Aguirre", ensalza con entusiasmo.

Por cierto, que informa La Gaceta de que la productora de los vídeos de UGT está supercontenta de que le pongan verde. Dice en su blog que "la caverna mediática y la no tan caverna ha cargado con fuerza contra la serie de vídeos" y "eso es señal de que las cosas se han hecho bien". Y en esa caverna están, por supuesto, La Razón, El Mundo, El Confidencial, Libertad Digital, ABC, Intereconomía..., pero ¿qué veo? ¿pues no incluye también a Público y El País en tan selecto club? ¿y quién les ha dado permiso para entrar? ¿han aprobado el examen? Hay que poner orden en este desbarajuste.

La Razón se pone chistosa y dice que "deberían ser los propios sindicatos los que se adelantaran al Gobierno madrileño con una propuesta de austeridad y de ahorro en ese terreno". Mira tú, esa faceta cómica de La Razón no la conocía yo. "La ciudadanía tiene la impresión de que las centrales UGT y CCOO han devenido en maquinarias burocráticas engrasadas por subsidios, subvenciones y otras sinecuras pagados con dinero publico" y "no han tenido a bien reducir sus ingentes presupuestos". "Hay que reconocerle a Esperanza Aguirre el coraje y la determinación que ha demostrado al abordar una reforma que solivianta a los intocables sindicatos".

ABC se fija en el papelón de los socialistas durante el debate madrileño y lo compara con el bolero de Los Panchos: "Dicen que la distancia es el olvido". Y es que Tomás Gómez se sentó a años luz de su compi en el ayuntamiento David Lucas. Trinidad Jiménez ni siquiera se pasó por allí aunque luego hasta cuatro portavoces socialistas dieron su opinión –mala, claro está– del discurso de Aguirre.

Y hoy la guinda la pone El País con un artículo sobre Joan Manuel Serrat. Cuenta que el autor catalán vuelve a Madrid, al teatro de la Zarzuela en concreto. Dice que Serrat "tenía razones para mirar con recelo a la capital". ¿Y por qué?, se preguntarán. Pues porque "aquí –en Madrid– se urdió el boicoteo gubernamental al que fue sometido tras el escándalo de Eurovisión" en... ¡1968! Y sigue con la rabiosa actualidad. Fue aquí, en Madrid, donde "después de condenar los últimos fusilamientos del régimen –de Franco, creo que habla–, el Sindicato Español del Espectáculo le expulsó de sus filas". Ya. ¿Y ese es recuerdo que tiene Serrat de Madrid? Pues sí que ha venido poco, sí. Diego A. Manrique remata llamando a Serrat "el hombre sensato que lleva sangre de quemaconventos". Y a mí me queda la duda de si eso es un elogio.

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 9 comentarios guardados