L D (EFE) En una conferencia en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), Pujol ha dicho que "hemos de vigilar (el mestizaje), porque hay gente en Cataluña que lo quiere, y ello será el final de Cataluña".
Con estos argumentos, Pujol ha sentenciado que "hemos de pedir en el Estatut" las competencias sobre inmigración, porque la inmigración, "que es un tema muy serio para mucha gente, para Cataluña es además una cuestión de ser o no ser".
Pujol ha dicho que, hasta ahora, Cataluña ha hecho un "gran esfuerzo de convivencia o de cohesión" con los inmigrantes, pero "podría llegar un momento en que podríamos no estar en condiciones de hacerlo, que se nos rompiera el país", y ha añadido que, por este motivo, Cataluña necesita competencias en materia de inmigración.
El ex presidente catalán ilustró su teoría con un ejemplo: "A un vaso se le tira sal y la disuelve; se le tira un poco más, y también la disuelve", pero llega un momento en que "no la disuelve". Siguiendo con este simbolismo, Pujol ha comentado que Cataluña es como un árbol al que se le injertan "constantemente" gentes e ideas desde hace siglos, y ha añadido que ello sale bien "siempre que no sea de una manera absolutamente abusiva" y que el "tronco sea sólido".
Por otra parte, ha destacado el nivel de convivencia logrado en Cataluña, y su valoración por este motivo en el extranjero, ya que "es un país que podría tener unos problemas internos de unidad y de convivencia y no los tiene".
Con estos argumentos, Pujol ha sentenciado que "hemos de pedir en el Estatut" las competencias sobre inmigración, porque la inmigración, "que es un tema muy serio para mucha gente, para Cataluña es además una cuestión de ser o no ser".
Pujol ha dicho que, hasta ahora, Cataluña ha hecho un "gran esfuerzo de convivencia o de cohesión" con los inmigrantes, pero "podría llegar un momento en que podríamos no estar en condiciones de hacerlo, que se nos rompiera el país", y ha añadido que, por este motivo, Cataluña necesita competencias en materia de inmigración.
El ex presidente catalán ilustró su teoría con un ejemplo: "A un vaso se le tira sal y la disuelve; se le tira un poco más, y también la disuelve", pero llega un momento en que "no la disuelve". Siguiendo con este simbolismo, Pujol ha comentado que Cataluña es como un árbol al que se le injertan "constantemente" gentes e ideas desde hace siglos, y ha añadido que ello sale bien "siempre que no sea de una manera absolutamente abusiva" y que el "tronco sea sólido".
Por otra parte, ha destacado el nivel de convivencia logrado en Cataluña, y su valoración por este motivo en el extranjero, ya que "es un país que podría tener unos problemas internos de unidad y de convivencia y no los tiene".