De Boer aboga firmemente por alcanzar un nuevo acuerdo internacional para implantar el Protocolo de Kioto II el próximo diciembre en la cumbre sobre cambio climático de Copenhague. "Si no actuamos y reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero veremos cosas terribles", advierte, tras afirmar que si "la temperatura sólo sube dos grados el mar subirá más de un metro y eso acabará con numerosas pequeñas islas del Pacífico".
En Copenhague deberá establcerse "cuánto tiene que reducir sus emisiones cada país desarrollado; cómo China e India y los grandes países emergentes van a limitar el aumento de sus emisiones y que contenga cuál va a ser la financiación y cómo se va a gestionar", añade.
La UE propone ir a dos toneladas de CO2 por habitante en 2050, cuando en la actualidad un estadounidense emite 20 y un europeo 10. Para lograr este ambicioso objetivo, De Boer tiene claro que es necesario reformar el sistema energético para reducir las emisiones un 80%.
¿Cómo? "Si conseguimos pasar con un coste razonable a motores eléctricos o células de combustible, eso retira el 24% [de las emisiones de CO2]. Si quieres ir de vacaciones tres veces al año ya hay experimentos para usar biocombustibles en aviones. Incluso ya es barato compensar las emisiones de tus vacaciones plantando árboles. Pero necesitamos ponerle precio al CO2. No tengo problema en que alguien use un todoterreno en la ciudad, viaje en avión tres veces al año o use calefacción exterior, pero tendrá que pagarlo caro", advierte.
"En países industrializados puedes contaminar la atmósfera sin pagar. Y eso tiene que cambiar", añade. De hecho el secretario de la ONU avanza la fórmula mágica para reducir el consumo energético: "Hay que reflejar la contaminación en el precio de las cosas. Subir el precio funciona".