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LA PRENSA DE UN VISTAZO

Sánchez Dragó pone a caldo a Rahola y la "elegancia" que ve El Mundo en Zapatero

La euforia desatada por el triunfo de la selección sigue llenando las portadas, aunque algunos aguafiestas ya nos ponen los pies en el suelo. Mucho artículo sobre fútbol y Sánchez Dragó y Pilar Rahola siguen intercambiando lindezas.

Todas las portadas dan cuenta del fiestón de ayer en Madrid y las recepciones en Moncloa y la Zarzuela. Los protagonistas siguen siendo los jugadores de la selección, lo que hace, lo que no, lo que dicen a dónde van...

La Razón destaca que "no hubo beso al suelo" en el aeropuerto de Barajas. "El protocolo habitual se fue al garete y se echó de menos el llegar a tierra española y besar el suelo", pero cuenta que es que no hubo manera "porque a la escalerilla subieron guardia civiles y personalidades de Aena que los jugadores ni sabían quienes eran y tenían que saludar".

A El Mundo le llama más la atención que Iker llevó "el viva España" a La Moncloa, algo nada usual. Según este periódico, el presidente "supo responder con elegancia", aunque no explica que entiende por "elegancia". ¿Qué tenía que haber hecho el presidente? ¿Echar a Iker de La Moncloa? ¿Escupir en el suelo? Más elogios al presidente en páginas interiores. En sus "breves palabras latía un mensaje claro y sin dobleces. En esta ocasión no ha habido ninguna ambigüedad. Unidad, equipo, fuerza orgullo y bandera: esas fueron las claves que utilizó el presidente y lo hizo sin papeles y sin cargar las tintas". Pues yo lo veo de lo más normalito; tampoco es para tirar cohetes.

El País atiza al Tribunal Constitucional. Se duele de que Montilla está muy ofendido y se pregunta: "¿Era imprescindible que la sentencia del Estatuto se recreara en dejar claro hasta 12 veces la indisoluble unidad de la nación española? ¿Tiene sentido en un estado con 'nacionalidades' y 'regiones' concluir que la Constitución 'no conoce otra que la nación española'?". Pues visto lo visto a lo mejor lo tenía que dicho unas cuantas veces más.

Público barre para casa con la Selección: "La calle es roja", titula. Dice Marco Schwartz que algunos "pretenden convertir el éxito de La Roja en una metáfora de lo que es, o lo que debería ser España" y también que "es posible que algunos creadores de metáforas se sintieran traicionados cuando Puyol y Xavi se envolvieron en la senyera, y no en la bandera rojigualda, para celebrar la victoria". Y concluye que "Intentar extraer lecciones políticas de la hazaña de La Roja es un ejercicio legítimo, incluso comprensible dadas las pasiones que despierta el fútbol, pero vano". Que se lo digan a Zapatero.

ABC también dedica la portada a los "héroes" y califica el día de ayer como "el día de acción de gracias". En el interior se lo restriega a Montilla. "La bandera nacional le sube los colores al tripartito catalán". "Un 78% de los catalanes siguieron la final del Mundial de fútbol, que fue celebrada en las calles por miles de personas". Hala, chincha.

La Vanguardia admite que "el fútbol refuerza la marca España". Y María Dolores García dice que horas después de la manifestación independentista, "la rojigualda ondeaba sin recato como no lo había hecho antes. Salieron del armario, que es un acto de orgullo y reafirmación".

La Gaceta no ve la elegancia de El Mundo en Zapatero y le afea el "mitin oportunista" aprovechándose del éxito de la selección. "Bochornosa utilización del Mundial", titula. Cree que "la actitud de presidente contrasta con la sobriedad de le recepción de los Reyes a la Selección".

Hoy hay un nuevo capítulo de la bronca epistolar entre Sánchez Dragó y Pilar Rahola. La semana pasada Rahola criticaba duramente en La Vanguardia al columnista de El Mundo. Dragó responde. "Cierto personajillo, que fue política en sus ratos libres, se ha dolido en las banderillas que hace siete días planté en la cresta de los nuevos fachas". Sostiene ésta que llamé nazis a los catalanes. ¿Tendrá esa señora (sin ofender a las que sí lo son) los ojos en el cogote como si fuese un Picasso. ¿Sabe lo que es una hipérbole?". Intenta explicar a Rahola que "lo malo no es doblar películas, sino obligar a hacerlo. O-bli-gar... ¿Entiende usted señora que por suerte no es la mía, ese verbo o me obligará a decirlo en catalán". Y concluye: "No sea vil, señora con nombre de Virgen patriota que no quiso ser francesa... porque vileza es sacar la frases de contexto para condenar a su autor. Lo hacía Franco, lo hacía Stalin. Lo hacían los nazis. No raje tanto. Señora". ¿Habrá respuesta de Rahola? Esperamos con impaciencia.

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