Según informó el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado, la investigación se inició a requerimiento de la Sección de Menores de la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife, tras la denuncia de un robo con fuerza en un domicilio de La Laguna.
La Fiscalía explicaba que en el mes de marzo, en horas de madrugada, un menor había sido víctima de una paliza y de un secuestro por parte varias personas, y después fue trasladado en una furgoneta hasta una de casa que ocupaban los presuntos autores, donde había diversos efectos robados por ellos.
Una vez en el interior de la casa, le limpiaron la sangre procedente de la paliza y le obligaron, con amenazas, a tocar diversos objetos del inmueble para que quedaran plasmadas sus huellas dactilares. Seguidamente llamaron a la Policía, que se personó en el lugar inmediatamente, manifestando a la dotación que habían sorprendido al menor robando y por eso lo habían retenido.
Gracias a la colaboración y declaraciones de varios testigos, así como la investigación realizada por el grupo, al tratarse de menores, se pudieron comprobar los hechos, identificar y detener a los tres relacionados, e identificar a un cuatro componente del grupo que no pudo ser detenido, debido a que se encontraba en prisión provisional. Tramitadas las correspondientes diligencias policiales, los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente.