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Tradición y devoción inundan una Semana Santa que resiste al laicismo

La Semana Santa concita en miles de ciudades y pueblos su devoción y evidencia la arraigada tradición de estas fiestas en España. Procesiones de distinto tipo, y en todas las regiones, llenarán las calles de fe, tradición, cultura y arte ante la mirada de millones de personas.

La Semana Santa concita en miles de ciudades y pueblos su devoción y  evidencia la arraigada tradición de estas fiestas en España.  Procesiones de distinto tipo, y en todas las regiones, llenarán las calles  de fe, tradición, cultura y arte ante la mirada de millones de  personas.

Devoción y tradición se mezclan en estos días en todos los rincones de España. La Semana Santa y sus procesiones son un símbolo característico de la historia del país y durante esta semana se vive de forma particular en cada región. Y es que muy probablemente no existirá ninguna localidad en toda la geografía nacional donde no se viva de una forma especial los últimos momentos de Jesús.

A pesar del laicismo del Gobierno y de una parte de la progresía contra las procesiones y la devoción de millones de españoles, siguen siendo mayoría los que siguen conmemorando estos días asistiendo a las miles de procesiones que se producen en España y que traen a nuestro país a cientos de miles de turistas. Ya sea por devoción cristiana, por una tradición arraigada en las entrañas de España o simplemente como reclamo turístico, lo cierto es que la Semana Santa sigue siendo muy atrayente y seguida por millones de personas.

Aunque son miles las procesiones que se han celebrado y que se celebrarán durante estos días, algunas de ellas destacan especialmente por su seguimiento, por su belleza y por su tradición.

Aunque Andalucía es especialmente dada a estas procesiones y posee algunos de los pasos más espectaculares, de la vieja Castilla al País Vasco, pasando por Murcia o Cuenca, se pueden disfrutar de actos de interés turístico internacional.

Una de las procesiones más representativas es la "Madrugá" de Sevilla. Durante la madrugada del Viernes Santo, las calles de la capital andaluza se llenan de nazarenos y de miles y miles de fieles y turistas para ver procesionar al Jesús del Gran Poder y a la Macarena, que a su paso reciben los vítores y aplausos del pueblo sevillano. Por primera vez en la procesión de Jesús las mujeres podrán ir con el hábito de nazareno.

Opuesta por sus formas aunque idéntica en devoción es la Procesión del Silencio. Con una sobriedad total, Zamora acoge el Miércoles Santo a los hermanos de la Cofradía de las Injurias que alumbran el paso en un silencio total. Uno de los momentos más emotivos de este desfile procesional, que parte a las 20.30 horas de la Catedral, se da cuando los hermanos, en el atrio de la seo zamorana realicen, postrados ante su paso titular, el juramento de guardar silencio durante todo el recorrido.

El silencio de los hermanos de esta cofradía se extiende a las miles de personas que cada año contemplan el transcurrir de este desfile procesional, que alcanza otro de sus grandes momentos cuando se adentra por la calle Rúa de los Notarios, que debido a su estrechez permite que quienes se agolpan en los balcones puedan tocar al Crucificado.

La ciudad de Granada es otra de las que acoge una de las procesiones más bellas, con la salida del Cristo de los Gitanos. De este modo, la hermandad del Santísimo Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacromonte sale en procesión entre aplausos y vivas además de entre pétalos de rosas. Incluso durante el recorrido se encienden hogueras entre las cuevas donde viven los gitanos y se cantan saetas a la Virgen.

Entre las múltiples procesiones de Málaga, una destaca por su particularidad, la del Cristo de la Buena Muerte, conocida por ser la imagen trasladada por soldados legionarios. Miles de personas acuden a ver como la Legión desembarca con el Cristo el Jueves Santo por la mañana, donde le cantan el Novio de la Muerte mientras llevan la imagen aupada con las manos. Por la noche, estos soldados acompañan el recorrido por las calles malagueñas.

También la Región de Murcia tiene procesiones de importancia internacional y tallas de gran belleza. En Cartagena durante la noche del Jueves Santo se produce el “baile” del encuentro. A las seis de la mañana en la plaza de la Merced se encuentran el Jesús Nazareno y la Virgen Dolorosa, que se caracteriza por el baile de ambas imágenes cuando se encuentran, algo que se produce desde el siglo XVIII.

También Madrid alberga bellas procesiones que muestran la idiosincrasia de la capital de España. En recorridos con miles de personas se pueden encontrar procesiones de estilo andaluz con aplausos y vivas que se mezclan con otras cofradías de naturaleza castellana, bastante más sobrias. Así también se encuentran pasos llevados al hombro con otros portados por costaleros. Más andaluzas son las procesiones del Cristo del Gran Poder y la Virgen de la Macarena, que contrasta con el silencio del Divino Cautivo. La mezcla de Madrid se refleja también en su Semana Santa.

Sin embargo, son cientos las procesiones que se podrían destacar por su interés y sus particularidades. Ciudades castellanas, vascas, valencianas o manchegas albergan igualmente grandes actos de un interés nacional e internacional y que suscitan el interés de miles de curiosos.

Otro acto representativo de la Semana Santa en algunos lugares son las tradicionales tamborradas. Dos destacan sobre el resto, la de Hellín, en Albacete, y la turolense de Calanda. En ambas, miles de personas están horas y horas tocando sus tambores provocando un gran estruendo.

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