L D (EFE) Las albóndigas, bautizadas "Polpette al grasso di Marco", se venden en una instalación con tubos de neón que se puede contemplar estos días en la ciudad danesa de Aalborg. "Cuanto más cambiamos en nuestro cuerpo, más nos alejamos de Dios. Aspiramos al hombre ideal, pero no tenemos ninguna cultura de preservar la imagen divina de nosotros mismos", declaró este viernes el artista a la cadena de televisión pública DR.
En la etiqueta se puede leer la frase "Cómeme, soy arte", y el artista explica en su página web que comiéndose su propia grasa, quiere crear una "cadena alimenticia cerrada", para configurar "un comentario sobre las técnicas de supervivencia humana, entre ellas la explotación de otras criaturas".
Estas son sólo el último proyecto de una lista de arte controvertido de este chileno afincado en Dinamarca desde 1985. Evaristti montó hace varios años una instalación en la que los visitantes podían matar peces apretando el botón de unas licuadoras en las que estaban atrapados, y que fue expuesta, entre otros sitios, en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile.