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Un juzgado de Barcelona absuelve a Ricardo Bofill de un delito contra la seguridad del tráfico

Ricardo Bofill, hijo del famoso arquitecto del mismo nombre, actual novio de Paulina Rubio y ex yerno de Julio Iglesias conducía borracho y se estampó contra un árbol en Barcelona. Pero un juzgado de la Ciudad Condal considera que no está claro hasta qué punto le afectó en la conducción la ingesta de alcohol y le ha absuelto.

L D (EFE) Un juzgado de Lo Penal 4 de Barcelona juzgó el pasado mes de julio a Bofill, para quien el fiscal pidió 7 meses de cárcel, una multa de 5.400 euros y 2 años de privación del carné de conducir al imputarle un delito contra la seguridad del tráfico,.

Los hechos ocurrieron la mañana del 21 de julio de 2000, cuando Ricardo Bofill, tras asistir a una fiesta, conducía un BMW por una calle de Sant Just Desvern y lo hacía, según el fiscal, después de haber ingerido bebidas alcohólicas, por lo que "tenía mermadas sus facultades psicofísicas, con la consiguiente lentitud de reflejos, reducción del campo visual y alteración de la percepción, efectos que limitaban gravemente su aptitud para el manejo del vehículo".

En esas condiciones, según la acusación, Bofill júnior perdió el control del coche y se estampó contra una papelera y un árbol, causando daños por 11.795 pesetas que reclama el Ayuntamiento de Sant Just.

El juez cree a Bofill, pero no a la Policía

El juez ha decidido absolver a Bofill asegurando que, aunque se confirma que bebió en una cantidad indeterminada, no se puede probar que esta ingesta de alcohol tuviera efectos sobre la conducción. Además, para la absolución tiene en cuenta la versión del hijo del famoso arquitecto Ricardo Bofill, según la cual los agentes de policía que acudieron al lugar del accidente no insistieron en que era obligatorio someterse al test de alcoholemia.

Según el fiscal, una patrulla de la policía local se personó en el lugar de los hechos e informó al conductor de las pruebas de alcoholemia a las que debía someterse, a lo que se negó Bofill "sin causa justificada y desatendiendo las órdenes de los agentes".

El acusado fue condenado en septiembre del pasado año a una multa de 2.160 euros y un año de retirada del permiso de conducir tras ser sorprendido por la Guardia Urbana de Barcelona al saltarse un semáforo en rojo cuando conducía borracho su motocicleta.

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