L D (EFE) La ESA informa en su página web de que la cámara de alta resolución del Proba (Project for On-Board Autonomy), monocromática y con un telescopio incorporado, obtuvo la imagen con una resolución espacial "mucho mayor que la del ojo humano", ya que es capaz de tomar imágenes de objetos de tan sólo 5 metros cuadrados.
La polémica sobre la "relativa visibilidad" de la muralla desde el cielo comenzó el pasado mes de octubre cuando el primer astronauta chino, Yang Liwei, aseguró, tras volver de su misión de 21 horas, que no se podía ver la muralla desde el espacio, como hasta entonces sostenían hasta los libros de texto. Según Liwei, la vista desde la cápsula era "extraordinaria", pero reconoció que en ningún momento pudo ver la Gran Muralla.
Para paliar la decepción generada por la noticia, se pensó incluso en iluminar la muralla por la noche para que fuera visible desde el cielo, y el ministerio de Educación chino ordenó la revisión de los libros de texto que hicieran referencia al tema. Sin embargo, el astronauta norteamericano, Eugene Cernan, durante una visita a Singapur contradijo a su colega oriental al mantener que la Gran Muralla "es visible por el ojo humano a una altura de 160 a 320 kilómetros en la órbita terrestre".
Quizá Liwei tuvo "mala suerte" con las condiciones atmosféricas y lumínicas, pues, según señala la ESA, "con un ángulo de luz solar suficientemente bajo, la sombra de la muralla, si no la propia muralla podría haber sido vista desde la órbita". En realidad, de acuerdo con la ESA, los astronautas que viajen por la órbita terrestre, tan sólo podrán distinguir los "límites entre diferentes tipos de cultivo", y las "rejillas" conformadas por las luces de la ciudad, a no ser que cuenten con la ayuda de lentes.
La polémica sobre la "relativa visibilidad" de la muralla desde el cielo comenzó el pasado mes de octubre cuando el primer astronauta chino, Yang Liwei, aseguró, tras volver de su misión de 21 horas, que no se podía ver la muralla desde el espacio, como hasta entonces sostenían hasta los libros de texto. Según Liwei, la vista desde la cápsula era "extraordinaria", pero reconoció que en ningún momento pudo ver la Gran Muralla.
Para paliar la decepción generada por la noticia, se pensó incluso en iluminar la muralla por la noche para que fuera visible desde el cielo, y el ministerio de Educación chino ordenó la revisión de los libros de texto que hicieran referencia al tema. Sin embargo, el astronauta norteamericano, Eugene Cernan, durante una visita a Singapur contradijo a su colega oriental al mantener que la Gran Muralla "es visible por el ojo humano a una altura de 160 a 320 kilómetros en la órbita terrestre".
Quizá Liwei tuvo "mala suerte" con las condiciones atmosféricas y lumínicas, pues, según señala la ESA, "con un ángulo de luz solar suficientemente bajo, la sombra de la muralla, si no la propia muralla podría haber sido vista desde la órbita". En realidad, de acuerdo con la ESA, los astronautas que viajen por la órbita terrestre, tan sólo podrán distinguir los "límites entre diferentes tipos de cultivo", y las "rejillas" conformadas por las luces de la ciudad, a no ser que cuenten con la ayuda de lentes.