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La prensa de un vistazo

Una "mano de hostias" de Raúl del Pozo y La Gaceta se encara con El Mundo

Pasado el jolgorio huelguil la cosa va hoy de Presupuestos Generales del Gobierno. No bostecen, seré breve. Además hay nuevo capítulo de periódico contra periódico (sin ningún ánimo de plagiar La guerra de los medios de Eva Hache ni a Kramer contra Kramer).

Pues sí, sintiéndolo en el alma, hoy toca eso tan solemne e importante que importa a tan poca gente. PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO. Resumo brevemente y para empaparse de conocimientos remito a mi compañero Lorenzo Ramírez y su "Abróchese los cinturones".

El País no está contento. "Es dudoso que sirva al crecimiento y al empleo". El Mundo tampoco: "Estamos ante unas cuentas públicas que no generan ni la confianza ni la ilusión (divina palabra) que serían necesarias para salir de una crisis que entra ya en su cuarto año consecutivo". La Gaceta, peor: "Un presupuesto irreal y ruinoso". ABC tampoco los aprueba: están "construidos sobre unas previsiones económicas otra vez contaminadas de optimismo. Unas cuentas para entrar con pocas esperanzas en el cuarto año de la crisis". La Razón, muy pesimista: "Da la sensación de que el gobierno ha arrojado la toalla y ya sólo aspira a sobrevivir un ejercicio más a la espera de que se produzcan varios milagros". Le deseamos suerte al Gobierno por la cuenta que nos tiene. Y la prueba de fuego, a ver Público, a ver. Tampoco. Horror. Entonces deben ser malísimos. "El tiempo dirá si estas políticas restrictivas contribuirán a la reactivación económica y a la creación de empleo... resulta dudoso que lo consigan". Desolador.

El País habla de Gürtel y Carlos E. Cue se cae del guindo. "Rajoy parecer haber tomado la firme decisión de no hacer nada". Vaya descubrimiento. La palabra "firme" ligada al nombre "Rajoy" es que no me cuadra.

En El Mundo, Jiménez Losantos analiza la huelga en una columna titulada "Chikiliméndez". Dice que ha sido el más "estrepitoso fracaso del sindicalismo". "Ha fracasado un modelo de retórica tramposa, de costumbres matonescas y de peronismo cañí". "Pero la palma del fracaso se la ha llevado el ideólogo de la Huelga, el Chikilicuatre de los vídeos ugetistas, símbolo de la decadencia de las fábricas de gracietas de la progrez catalana y de la ruina de una simbiosis indeseable: la brutalidad y el circo". Cuenta Losantos que "Don Fracaso Méndez" hizo de "Chikilicuatre en la SER". "Junto a la vicepresidenta del Gobierno, el simpático camorrista andaluz se prodigó en trilerías chuscas que darían mucha risa si no hubiera cinco millones de parados". "Por un momento pensé que el estirado conducator radiofónico les iba a pedir que se besaran como en las bodas de pueblo".

Raúl del Pozo sale en defensa de los sindicalistas. "A los piqueteros y a los de la cocheras de Fuencarral les han apaleado con una sola mano: la derecha". "Temblad de frío, pobres chacales, sindicalistas que insultabais en la manifestación a los banqueros". Admite con pesar que el Gobierno es un "capullo" y que está "más quemado que el Coloso en llamas". Y se lamenta por los sindicatos. "Se ha tratado a los líderes obreros como a talegueros". ¿Creen que lo de "obreros" va por Toxo y Méndez? No, supongo que no. "Qué estopa, qué machaque, qué repaso, qué soba, qué solfa, qué mano de hostias les han dado a los sindicalistas y a uno que iba por allí con una pegatina". ¿Le han pegado a Raúl? "Que digan a sus familias que trabajan en un prostíbulo de macarras o perdonavidas antes que de sindicalistas". A mí me ha reblandecido el corazón. Pobres líderes obreros.

En Público, Juan Carlos Escudier le da una puntadita a Elena Salgado por sus profecías sobre Moodys. "Su ojo clínico es de los que no pasan una ITV". Je, je, pero qué gracioso es este Escudier, no me canso de leerle. Y le atiza al Financial Times una yoya de cuidado por sus "insidias" sobre el falseamiento de los datos del PIB. "Esto lo arregla la vicepresidenta yéndose a comer de nuevo con el director de ese salmón tan venenoso". No habla del pescado.

Y pasando páginas me llevo un susto tremendo con un titular. "El gobierno abre las puertas de Cultura a los matadores". ¡Eeeh! Se me ha acelerado el pulso hasta que he llegado al subtítulo. Son toreros. Córcholis –por no usar palabras feas-, Roures, no sometas a tan duras pruebas a nuestros ya tan castigados corazones.

ABC dice que "Gobierno y sindicatos escenifican su idilio un día después de la huelga fracasada". Sin embargo, José María Carrascal le lleva la contraria. "Ese matrimonio de conveniencia, ese maridaje de intereses, ese concubinato que gobierno y sindicatos han venido manteniendo durante los últimos seis años se ha roto en mil pedazos con la huelga del 29-S". ¿En qué quedamos? ¿Hay idilio o no hay idilio? Está bien esta disparidad de opiniones, esta democracia interna de periódico.

Un iluso Carlos Herrera pide que "la alegre muchachada de UGT o CCOO pida disculpas a los afectados por la violencia de los piquetes, de los desmanes y la chulería de los mismos". Dice que gobierno y sindicatos han "entrado en la fase de tocamientos" y ya "hablan de amor". Pero "quedan todos aquellos que se han sentido humillados, amenazados y agredidos por chulánganos de mierda cuando se disponían a comprar en un supermercado o cumplir con su derecho al trabajo".

La Razón trae una novedad sobre la huelga, y ya es difícil. Dice que "CCOO culpa del fracaso del 29-S al idilio entre UGT y el Gobierno". Ah, ¿pero es que CCOO ha dicho que la huelga fracasó? Menudo palo para Público y los huelguistas. Busco al valiente que ha dicho eso y encuentro "las voces críticas en el sindicato" y "un destacado dirigente de Comisiones". Podría ser yo misma, si no fuera porque todo el mundo sabe que no soy una destacada dirigente de Comisiones. Habrá que fiarse y esperar a que las "voces críticas" salgan del anonimato.

Y La Gaceta aporta hoy la cuota de tortas entre medios que tanto nos gusta a causa del pleito de Marichalar, la cocaína y su divorcio. Dice Carlos Dávila de "algún colega" que "han llegado aún mas lejos que el propio juez 27 de Madrid, no sólo en la definición del presunto delito que presuntamente cometimos en la revista Época sino en la expresión de la pena". "Los cariñosos colegas de, por ejemplo El Mundo, podrían acudir al artículo 209 del Código penal que atribuye a la injuria grave pena de multa de seis a catorce meses y, en otro caso, de tres a siete meses. Ni una palabra de cárcel. Me la juego a que no rectificáis. Es lindo que los colegas quieran terminar con nosotros antes que nuestros persecutores". Gaceta y Mundo a hachazo limpio y Marichalar tan ancho. Es lo que tiene la realeza. O ex realeza.

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