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Vaclav Klaus: "Salvemos al planeta del movimiento ecologista"

Durante la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que tuvo lugar la pasada semana, el presidente de turno de la UE, el checo Vaclav Klaus, abogó por salvar el planeta del "movimiento ecologista". El fracaso de Kyoto en España ha suscitado gran interés internacional, según el IJM.

(Libertad Digital) Entre el pasado 8 y 11 de marzo tuvo lugar en Nueva York la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático organizada por The Heartland Institute, con la colaboración con el Instituto Juan de Mariana (IJM). Durante tres jornadas, destacados científicos y analistas de prestigio internacional, tales como Richard Lindzen, William Gray, Willie Soon, Roy Spencer o Joseph Shaviv, explicaron los mitos del calentamiento global catastrófico y del fracasado Protocolo de Kyoto.

El evento contó con la participación de Gabriel Calzada y Francisco Capella, presidente y director del área de ciencia y ética del Instituto Juan de Mariana, respectivamente. Durante su presentación. Calzada expuso el caso español como ejemplo del estrepitoso fracaso de Kyoto y la política climática europea, en comparación, incluso, con la de Estados Unidos. Su intervención ha obtenido gran repercusión internacional.

Sus conclusiones sobre el caso español en la lucha contra el supuesto cambio climático muestran el riesgo de la puesta en marcha de este tipo de políticas en otros países. Según explicó, Kyoto y las políticas climáticas dirigidas a intentar cumplirlo tienen un coste de decenas de miles de millones en España y un beneficio climático casi inexistente.

Por otro lado, “el milagro renovable español se produjo a costa de ayudas públicas debido a la ineficiencia de estas tecnologías, produciendo, además, una burbuja artificial e insostenible”, explicó Calzada. “Se trató de un proceso de redistribución masivo por el que unos pocos lograron gigantescas sumas de dinero y rentabilidades de entre el 12% y el 20% anual a costa de la clase media y baja española”. Además, “el sector solar y eólico creó empleos subprime en España. Unos puestos de trabajo inviables que han costado más empleos de los que ha creado”, indicó.

“Con los subsidios otorgados a las ineficientes energías renovables por cada trabajo creado podríamos contratar trabajadores que no produjeran nada y pagarles un sueldo superior al salario mínimo durante más de 60 años”, incidió durante su participación en el Congreso. 

El modelo energético español es “insostenible”

Por ello, se trata de un “modelo energético insostenible”, que se ha venido abajo tras la “imposibilidad de aumentar exponencialmente las ayudas de las que dependía su crecimiento y debido al déficit tarifario que generaba”. De hecho, en la actualidad, “las empresas renovables despiden hoy a miles de trabajadores en España”, advirtió Calzada.

Por si ello fuera poco, y pese a la aplicación de Kyoto, la emisión de CO2 en España ha aumentado en más de un 50% desde el año base (1990), al tiempo que el intervencionismo y su coste añadido han fomentado la deslocalización empresarial, encarecido la tarifa eléctrica, redistribuido los recursos del contribuyente a unos pocos privilegiados, así como generado una burbuja en las renovables, donde se generaba empleo subprime o basura.

Mientras, el presidente de turno de la UE, el checo Vaclav Klaus, manifestó durante su intervención en la apertura del Congreso que el debate en torno al cambio climático le produce la misma frustración de los debates de la era comunista, donde los argumentos no servían para tratar de acercarse a la realidad de las cosas. El presidente y doctor en economía advirtió de que, por primera vez en la historia de la humanidad, las "viejas tecnologías" van a ser abandonadas antes de que existan nuevas tecnologías listas para sustituirlas.

“Salvemos al planeta del movimiento ecologista”

Además, los países pobres están viéndose afectados por el encarecimiento energético que provocan las políticas apoyadas por la UE y la ONU. Lo que necesitan estos países es justo lo contrario: Energía barata para desarrollarse. Para Klaus, los ecologistas no quieren controlar el clima, “quieren controlarnos a nosotros y a nuestra sociedad”, por lo que se hace necesario que el resto de la sociedad “salvemos al planeta del movimiento ecologista”.

Kyoto es un programa de racionamiento de CO2 que implica un coste gigantesco de cientos de miles de millones de dólares y un beneficio mínimo de 0,07 grados centígrados de reducción de la temperatura global para 2050, frente a la que habría en ausencia de medidas.

Calentamiento imperceptible desde 1995

La presencia entre los ponentes de prestigiosos científicos como Richard Lindzen, William Gray, Willie Soon, Roy Spencer, Patrick Michaels, Joseph Shaviv y un largo etcétera, vuelve a desmentir la noción de consenso mundial en torno al catastrófico calentamiento global provocado por la actividad de los seres humanos.

Los climatólogos reunidos dudaron enormemente de que las emisiones de CO2 tengan los efectos catastróficos que pregona el movimiento ecologista. También negaron que haya prueba alguna de que exista un calentamiento catastrófico del planeta. Richard Lindzen, profesor del MIT estadounidense, afirmó en su presentación que no ha habido calentamiento global en los últimos 10 años. De hecho, no es perceptible desde 1995. El fracaso de los modelos climáticos en los que se fundamenta la teoría del calentamiento catastrófico generado por el hombre salta a la vista.

También se constató un importante cambio de tendencia en la opinión pública debido al creciente distanciamiento entre el alarmismo ecologista y las noticias de la mayoría de los medios, por un lado, y la realidad de la evolución del clima por otro. En la última Encuesta Rasmussen, por ejemplo, una mayoría de estadounidenses (44%) declararon no creer, por primera vez en años, que el cambio climático se deba a la actividad humana, al tiempo que un 57% no cree que la Tierra se encamine hacia un periodo de calentamiento global peligro.

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