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"Vamos a seguir en la lucha, no nos doblegarán"

La campaña "Solidarios con Garzón" se presenta en sociedad. Los artistas firman el manifiesto, pero no acuden a presentarlo, era muy temprano. 

Son los llamados "Solidarios con Garzón", un batiburrillo de asociaciones, sindicatos y partidos políticos de izquierda y extrema izquierda que acaba de dar el pistoletazo de salida a una campaña en apoyo del juez de la Audiencia Nacional. Por de pronto una rueda de prensa y la lectura de un manifiesto, luego vendrán las manifestaciones y así van a estar "hasta la celebración del juicio".

Los actos empezarán mañana en Barcelona, donde la "Plataforma contra la impunidad" celebrará un acto, Madrid cogerá el relevo el próximo sábado 19 en la plaza Mayor. Según afirman han creado un "movimiento cívico" para dar soporte a la campaña en la calle. El "movimiento" cuenta, además, con el apoyo explícito del "sindicato de la zeja" al completo. Desde el No a la Guerra, la aristocracia del progresismo nacional no había encontrado una causa por la que luchar. Por lo que se ve, ya tienen una: Baltasar Garzón y sus problemas con la Justicia.

Ahí van los nombres que suscriben el manifiesto pro Garzón y la campaña que acaba de arrancar: Pedro Almodóvar, Pilar Bardem, Juan Diego Botto, José Sacristán, Miguel Ríos, Aitana Sánchez-Gijón, Ana Belén, Víctor Manuel, Juan Diego, Caballero Bonald, Joaquín Sabina, Fernando León de Aranoa, Mercedes Sanpietro, Mario Gas, Eduardo Mendicutti, Almudena Grandes y Marisa Paredes... y unos cuantos más que, en honor a la verdad, no son muy conocidos más allá de su casa a las horas de comer.

Aunque la lista de abajofirmantes es larga y enjundiosa, lo cierto es que a la lectura del manifiesto tan sólo ha ido Almudena Grandes, que ha llegado 40 minutos tarde, y Marisa Paredes, que se ha presentado con hora y pico de retraso, se ha sentado, ha leído el final del manifiesto y se ha vuelto a levantar. También estaba Eduardo Mendicutti, pero sólo para la foto de familia. El escritor ha entrado en la sala, se ha puesto delante de los fotógrafos y se ha ido por donde había entrado minutos antes. Claro que en Madrid hacía un día de perros y las 11 y media de la mañana es una hora demasiado temprana para nuestra intelectualidad.

Gervasio Puerta: "No nos doblegarán"

Así las cosas, con el acto de presentación de la campaña, en el que había algo así como dos periodistas por cada "solidario", han corrido los de la memoria histórica, socorrido báculo en el que apoyarse, especialmente para sacar alguna lagrimilla a los lectores. Han intervenido dos nonagenarios. Primero Gervasio Puerta, 91 años, presidente de la Asociación de Expresos y Represaliados Antifranquistas, después Concha Carretero, 93 años, de la Asociación Trece Rosas.

Puerta, que estuvo en el exilio hasta el 45 y luego, ya en España, pasó dos veces por la cárcel, ve del todo lógico apoyar a Garzón, pero lo que más le molesta es "el Partido Popular, que está interesado en que se olvide todo lo pasado, y nosotros no estamos por la labor". Considera que ellos ya fueron "muy generosos perdonando a todos los que se habían destacado", pero que ahora se encuentra con que "se oponen" a que a las víctimas del franquismo se las equipare con las de la ETA.

La "memoria histórica", afirma, "tiene que estar escrita por quienes la han vivido". Se trata, en definitiva, de "reivindicar la verdad" porque, según el presidente de la Asociación de Expresos, "la verdad no se ha escrito aquí en España, dista mucho de escribirse, y estas acciones tienen que reivindicarse para que se haga Justicia. Así que apoyar al juez Garzón es algo tan natural para nosotros, tan humano, que estaremos dispuestos a estar donde corresponda".

Gervasio Puerta concluyó su intervención recordando que ellos van a "seguir la lucha, no nos doblegarán". Luego se sacó del bolsillo una foto de una cárcel femenina de posguerra en la que, según cuenta, murieron muchos niños "represaliados" cuyos cadáveres no se han podido recuperar porque "los de Falange se los llevaron". La guinda perfecta para pasar el testigo a su compañera.

Carretero y su camarada Rosario Sánchez "la dinamitera"

Concha Carretero, más combativa, informó a los asistentes que ella militaba en las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas, dirigidas por el PCE), y que por ello fue severamente represaliada después de la guerra aunque eso sí "sólo dos años". Acto seguido recordó a algunas de sus camaradas de las JSU que tuvieron peor suerte, milicianas como "Manolita del Arco, Julia Manzanal o Rosario Sánchez (alias) la dinamitera".

Hecho el homenaje a las compañeras de armas insistió en que "la democracia por la que luchamos durante la guerra y la dictadura después nos debe un derecho", cifrado "en que se investigue la verdad de lo que pasó durante tantos años, y esa verdad que se haga pública, porque no fuimos delincuentes, fuimos luchadores por la libertad". Carretero es de la opinión que "deberíamos tener muchos más garzones" para que esta situación supuestamente injusta "acabe definitivamente".

Con el improvisado mitin de Concha Carretero terminó el acto. Pocos artistas más allá de la fugaz presencia de Marisa Paredes y Almudena Grandes. La siguiente entrega del serial será el sábado 19, jornada de protesta en la que prometen da mucha más guerra.

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