Según cuenta El Ideal de Granada,ocurrió de la siguiente manera: el pasado sábado, un cliente entró en un bar de la localidad. Después de pedir un ron con fanta de naranja, puso el paquete de tabaco sobre el mostrador, dejando claras sus intenciones.
Se encendió un cigarro, a pesar de las continuas advertencias de la camarera: "Aquí no se puede fumar" casi le suplicaba al joven, que rondaba los 27 años. Acto seguido, el fumador se puso violento e hizo ademán de lanzarle un taburete a la camarera, aunque por suerte otros clientes le detuvieron, defendiendo a la joven.
El rotativo granadino asegura que durante 20 minutos, se mantuvo una tensa calma y el cliente apagó el cigarro.Pero cuando el cliente se fue del bar, lo hizo insultando a los que habían ayudado a la empleada, y en la puerta del local hubo más que palabras. Acabaron a navajazos, y uno de ellos tuvo que ser atendido por una raja en los dedos de una mano, y otro por un corte en un muslo.
La Guardia Civil detuvo al fumador y al resto de chicos, que ya se han denunciado mutuamente.