El abogado que fue condenado por colaborar con ETA  Volvió a declarar el considerado como uno de los ideólogos del 11-M. Rabei Osman El Sayed, "Mohamed El Egipcio", había abierto la vista oral y regresó en la sexta sesión, tras escuchar las grabaciones que le hicieron cuando estaba en una cárcel de Milán en las que supuestamente se atribuía la preparación de la masacre. Oídas las cintas, dijo que no reconoce su voz y que las traducciones son defectuosas en un 80 por ciento. Volvió a condenar "rotundamente" los atentados. Después compareció otro de los acusados de colaborar con los terroristas que perpetraron el 11-M. Mohamed Bouharrat explicó que unas fotos suyas aparecidas entre los escombros del piso de Leganés llegaron allí porque se las dejó en el coche de un argelino que conocía a Jamal Ahmidad, "El Chino". El procesado, que se enfrenta a una petición fiscal de doce años de cárcel, negó además que se encargara de captar a nuevos miembros para la célula terrorista, así como de recopilar información sobre posibles objetivos contra los que cometer acciones criminales. Los siguientes en declarar fueron los hermanos Mohamed y Brahim Moussaten, sobrinos de uno de los supuestos ideólogos del 11-M, Youseff Belhadj. Alegaron haber sufrido malos tratos por parte de la Policía para justificar sus declaraciones incriminatorias contra su tío. El primero negó que Belhadj le hubiera dicho que "le parecía poco" lo que había pasado en los atentados de Madrid; el segundo destacó que "si supiera que alguien de mi familia estuviera implicado dejaría de ser mi familia". El último en declarar fue Mahmoud Slimane, aunque su interrogatorio quedó interrumpido. La jornada dejó además otra maniobra de uno de los abogados de la acusación, Gonzalo Boye, el mismo que cumplió condena por colaborar con ETA en el secuestro del industrial Emiliano Revilla. Protagonista en otra sesión, ahora recusaba a uno de los peritos del último informe sobre los explosivos. Contaminación, por Luis del Pino |