EDITORIAL 4
Si por algo se ha caracterizado el ministro Rubalcaba ha sido por ser un mentiroso compulsivo. No parece que el candidato Rubalcaba vaya a comportarse de un modo muy distinto.
José García Domínguez
Nadie se extrañe, pues, de que Sabina y Ramoncín okupen el hueco de Marx y Engels en la formación del imaginario progresista
Cristina Losada
Creyeron, ilusos, en el todo-es-gratis del presidente, le prestaron su nada-es-gratis respaldo y a la vista del engaño no le piden ni se piden cuentas. Y mira que el tono de su cuartilla propiciaba la confesión y el remordimiento.
Salvador Ulayar
En el mínimo acto de la Carrera de San Jerónimo, Bono negó la palabra a los dizque homenajeados, redondeando así su infumable carácter.
Fray Josepho
En tiempos del dictador / vivía un honrado alférez
que se apellidaba Pérez / y que fue progenitor / de un hijo ingrato y traidor
Amando de Miguel
La estética andrajosa es ahora más visible. Aunque a mí me llama más la atención la miseria intelectual de la izquierda que va a utilizar a ese lumpen en cuanto el PP suba al poder. Lo que hemos visto ha sido solo un ensayo general con todo.
Manuel Llamas
Sólo hay dos fórmulas: o más impuestos (copago inclusive) o menos prestaciones. ¿Qué vía escogerá Rajoy? Aún está por ver.
Guillermo Dupuy
Cuanto más esté relacionada la apertura de un centro comercial, grande o pequeño, al derecho de propiedad, y menos a la concesión de un permiso, menos riesgo habrá de que el regulador, además de retrasarse, se corrompa a la hora de concederlos.
GEES
ETA tiene sus esperanzas puestas ahí, donde encuentra todas las facilidades que el Gobierno puede darle: políticas, jurídicas y policiales. Trata de aprovechar la oportunidad única que le brinda Zapatero, resarciéndose de los duros años de Aznar.
Ignacio Moncada
Rubalcaba también está recogiendo parte de la esencia del peronismo para completar un programa completo de colapso económico. Alfredopé ahora es el enemigo de la banca.
Alberto Gómez
La soberanía popular ha dado lugar al concepto mitificado de Pueblo con mayúsculas, y junto con la sacralización del territorio han alimentado el germen de la religión nacionalista.