Rubalcaba dedicará todos y cada uno de los días que resten hasta las elecciones a su acreditada especialidad: retorcer, manipular y tergiversar la realidad. Por eso será necesario que, mientras tanto, sus mentiras se combatan recordando la verdad.

Por lo demás, Rubalcaba, un profesional en un país de diletantes y domingueros, sabe que ya nada se puede hacer. Alargar la agonía del Ejecutivo, habría de ser inútil; ahorrarle el trance, también.

No se esperará que Rubalcaba salga hecho un Milton Friedman, pero aparte del humo fiscal y del fuego del gasto público, junto al guiño a los indignantes, no se ve un remedo de aquel programa izquierdista del Laborismo.

Recaudador, Reptil, Recalcitrante, / Refrito, Retorcido, Repugnante, / Raposo, Regañón, Remalababa.

Los mercados no atacan, se defienden: se defienden de unos políticos que todavía exhiben enormes descuadres en sus cuentas y que no está claro que prefieran reducirlos lo suficiente a quebrar.

Después de más de una hora de discurso, Rubalcaba no nos dijo por qué el PSOE había perdido las últimas elecciones. Es la mejor tradición búlgara. La frase final fue un misterioso voluntarismo: "Hagamos que suceda".

Lo peor de Rubalcaba en el Ministerio del Interior ha sido su absoluta falta de escrúpulos, su carencia de principios democráticos y la utilización de las instituciones al servicio de sus intereses de partido.

Si el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero no está por la labor de enderezar la maltrecha economía española por vía de las reformas, que dé paso en el menor plazo de tiempo posible a unas elecciones.

No hay que olvidar que, desde que se aprobó el nuevo rescate de Grecia y los mercados se tomaron un respiro, el Gobierno de Zapatero ha sacado a relucir todo su catálogo de errores en política económica.

En torno a un millón viven en España. Si se les reconociera el voto, muchos candidatos a alcaldes –en especial de este partido promarroquí llamado PSOE– les cortejarían.

Nadie duda de que con su salida del Ejecutivo, Rubalcaba ha tomado el mando absoluto del mismo. Hasta las elecciones gobernará desde la sombra.