Que el BCE se haga cargo de nuestra deuda no puede ser la solución ni a medio ni a largo plazo por la sencilla razón de que el problema es y seguirá siendo la enfermiza renuencia de nuestros políticos a ajustar sus gastos a su realidad financiera.

Si Arenas está seguro de que son necesarias, lo que tiene que hacer es emprenderlas. Eso no es algo que pueda elegir hacer o no hacer. Es su deber y su responsabilidad.

Para salir de la crisis tenemos que pensar los límites del actual Estado de Bienestar. No hablo de desmontaje sino de limitaciones. Y en ese asunto, por motivos electoralistas, no entra Rajoy ni tampoco el PP.

Hay que ser muy optimista para creerse en la posición de conformar el juicio que merecerá de la Historia. El optimismo tiene mala prensa, otro de los errores de Zapatero. A veces se confunde con la tontería.

Tal vez ahora entienda por qué a lo largo del s. XX se ha ido privilegiando a la banca permitiéndole que no pague sus deudas y proporcionándole un acceso privilegiado al banco central.

Cuando arranque la siguiente legislatura, también será necesaria una comisión, que ustedes malversaron, para que nos ayude a saber quiénes, cuándo y por qué decidieron asesinar a 192 inocentes y herir a casi 1.900.

La cuestión es que la crisis económica en la que nos debatimos no es la del capitalismo liberal, sino la del socialdemócrata Estado del Bienestar. Maravilloso mientras duró, pero valiente bienestar cuando nos arrastra al fondo como una bala de cañón.

El mundo había acabado en manos de un Gobierno absolutista encabezado por monos, gorilas y orangutanes. Me temo que si hoy se filmara otra versión la situarían en Cuba o Venezuela. El casting ya está hecho.

Atender las exigencias laicas requeriría que el Gobierno rechazara la inclusión de una pieza importante de la historia simplemente porque también tiene connotaciones religiosas.