Es el momento de que las potencias europeas y atlánticas, con sus aliados, demuestren en Siria que lo que les llevó a intervenir en Libia fue la estabilización democrática y los derechos humanos, y no otros factores económicos y geoestratégicos

Sin embargo, el chambelán de Gadafi en América Latina no era Chávez sino Daniel Ortega, nicaragüense con el que ha hecho mil negocios y componendas desde los años setenta, aún antes de que éste tomara el poder.

Y mientras sus señorías hacen propaganda electoral en el hemiciclo, las cifras de paro siguen aumentando, las empresas tienen cada vez menos probabilidades de sobrevivir y el futuro de los jóvenes continúa superando todas las escalas del negro.

¿Ha comenzado, con todas las dificultades que se quieran, un movimiento obrero de protesta en la República China?

Ya saben, la zorra y las uvas de Samaniego: que no, que "los mercados" no están maduros; no es que no nos quieran prestar, es que no queremos pedirles prestado.

Las negativas de IU y EC están fuera de toda realidad, o peor, son ridículas, porque estas fuerzas políticas aún funcionan, por decir algo, como si aún existiera un sistema comunista alternativa de capitalismo.

¿Qué credibilidad puede tener semejante limitación constitucional cuando en este país llevamos ocho años dando patadas y más patadas a la Carta Magna, a conveniencia del Gobierno y con el respaldo de un más que politizado Tribunal Constitucional?

La respuesta, como en lo referido a tantas otras cosas, hay que buscarla en esa bazofia que nuestra casta denomina legislación laboral.

La guerra también ha dejado en evidencia la debilidad militar de Europa. Francia y el Reino Unido lograron reunir unas cuantas fuerzas, incapaces de obtener resultados positivos sin el apoyo de Estados Unidos.