Advertimos, no obstante, que esta saludable reforma podría quedar coja si la autonomía que concede a jueces y magistrados para designar a la mayoría de los miembros del CGPJ no alcanza también a la elección de los miembros del Tribunal Constitucional.

Como se ve, en el eurosistema se vuelve a este planteamiento y España se encuentra inmersa en él. Salirse de esa realidad sería, literalmente, una catástrofe segura.

Pretender borrar la Historia de España o convertirla en un compendio de virtudes y justificaciones de lo injustificable, son dos caminos semejantemente dañinos y llamados a perpetuar una mentalidad intolerante y perniciosa.

España necesita un cambio radical en la Justicia si queremos lograr algo parecido al Estado de Derecho. Y la Libertad exige una justicia digna de ese nombre

Es mucho más importante que el PP cumpla su programa en asuntos de Justicia que el que lo haga en materia fiscal donde, a fin de cuentas, solo es cuestión de dinero, el menos importante de nuestros problemas, aunque sea también el más acuciante

Para Jáuregui, nombrar a los magistrados del Supremo es algo tan natural como nombrar la marca del güisqui que desea le sea servido por el camarero de turno

Ahora es el PP el que lidia con los eternos problemas de comunicación. De incomunicación, si nos referimos al presidente

El ministro Gallardón ha anunciado que se guiará por la sentencia del Constitucional al reformar la 'Ley Aído'. Muchos, guiados además por la evidencia científica y el sentido común, esperamos que sea valiente

Cuidado que hemos visto tropelías léxicas en Cataluña, pero obligar a los pacientes a hablar en catalán desborda cualquier imaginación

Sometida Europa a la quiebra de países y no compañías, su respuesta tímida y mojigata debió haber sido eficaz y permisiva como la americana: ¡Pinta ya dinero en la pared!

En España, la Administración solo maneja una forma de actuación: el ordeno y mando. Los ciudadanos no tienen ningún control sobre sus pensiones, la educación de sus hijos o sus servicios sanitarios

Artur Mas nos avisa a los catalanes de que quizá nos interese lucir un vestido lo más amplio y cómodo posible, por si se rompen esas costuras. ¿A qué está ingenioso?