Los secesionismos, los populismos, los integrismos religiosos y las restantes ramificaciones del totalitarismo son incompatibles con el Estado de Derecho.
El nuevo ideal patrio se resume en el 'Espanya ens roba' por el que todo el rebaño, marcado a fuego con la estelada de la ganadería, ha de estar presto a embestir
Occidente ha llegado a un nivel de decrepitud –más moral que material– que lo hace especialmente susceptible de una 'transformación extintiva' asumida con indolente cobardía.
Es tan improbable cambiar de club de fútbol como de religión. La pertenencia a un club de fútbol permite emplear el 'nosotros' como señal de identificación.